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Xochicalco

La pirámide fue intervenida por el arqueólogo Leopoldo Batres en 1909-1910; él restauró la estructura como la conocemos hoy en día e hizo un magnífico trabajo, considerando las piedras faltantes que se llevaron los hacendados para edificar sus haciendas y para instalar la maquinaria requerida en la fabricación de azúcar.

La estructura tuvo una primera etapa constructiva, consistente en un pequeño cuarto porticado de 10 por 11 metros; posteriormente se le hace una pequeña ampliación hacia el frente y después es tapado para construir la pirámide que marcó el sitio más importante de Xochicalco, al ser el eje del diseño de la ciudad. Esta construcción consta de un basamento con muros en talud, coronado por un paramento con cornisa y sobre él habría estado el templo del que solo queda una hilada de piedras en talud; los maravillosos labrados sobre sillares ensamblados de basaltos y andesita con que fue hecho el edificio fueron unidos sin utilizar ningún tipo de argamasa.

Hombre maya en el Templo de la Serpiente emplumada.

Principiemos con la lectura de este monumento, en el talud de la pirámide en los lados este, sur y norte hay seis serpientes emplumadas, separadas entre sí por entrelaces y dos más pequeñas en el lado oeste; las grandes cabezas del reptil están coronadas de plumas, así como todo el cuerpo y rematando la cola con un crótalo y un ramo de largas plumas, su cuerpo es ondulante y tachonado de caracoles.

En el primer y segundo meandro está un hombre sentado en un pequeño cojín; su cabeza está deformada con deformación tabular erecta característica propia del área maya, por indumentaria porta su braguero, un collar de cuentas, orejeras con cuenta y un gran tocado de cabeza de reptil con largas plumas. Al frente de la cara está el signo de la palabra calificado con plumas y que se debe leer como un discurso precioso. En el tercer meandro se encuentra la fecha «9 ojo de reptil», adornada con volutas de humo; el signo ojo de reptil fue bautizado con ese nombre por el investigador Hermann Beyer; sin embargo Alfonso Caso lo identifica para el Calendario mexica como el signo del viento. A su vez, las volutas de humo que rodean al glifo se interpretan como el signo del fuego nuevo (ciclo de 52 años).

Las Serpientes Emplumadas del frente de la pirámide son iguales a las seis anteriormente descritas, pero se encuentran enmarcando dos de los acontecimientos importantes del monumento. En el frontal de la izquierda y leyendo de derecha a izquierda, se ve el signo del año «6 caña» (el cartucho tiene en el marco un asa que significa atado de días); continua un cuadrete con una cabeza de mono que presenta en sus márgenes derecho y superior once círculos, los cuales hacen referencia el día «11 mono». La fecha está amarrada con una cuerda, siendo jalada por una mano hacia el glifo «9 o 10 casa» (la presencia del numeral 9 o 10 en la fecha casa, hace referencia a que no recordaban con exactitud la fecha) y detrás de este se observa otra mano, apoyada en un cuadrete que tiene un círculo. A esto se le ha interpretado como un ajuste calendárico.

En el frontal del lado derecho y leyendo de derecha a izquierda, se ve el glifo de un círculo coronado por el signo de año, y en seguida, un hombre sedente con ropaje sencillo que no tiene cabeza (porque el cuerpo labrado se encuentra sobre el tablero donde embonaba la espiga de la cabeza perdida) portando la bolsa de sacerdote, su nombre es «2 movimiento» y su sobrenombre se debe a que está representado como un hombre cargando medio juego de pelota, «Cargador del Universo» (por ser en el juego de pelota donde los astros juegan, y a veces pierden y otras ganan). Entre el personaje y su nombre hay una fecha que es el año «10 rayo solar», equivalente al día pedernal del Calendario mexica, según Alfonso Caso, seguido del día «9 ojo de reptil», que probablemente se refiere a la inauguración de la pirámide o a la fecha en que se manda construir. Este personaje es mencionado en otros monolitos, por lo que debió ser un gobernante muy importante de Xochicalco.

El paramento del lado Este o la parte posterior del edificio, está dividido en ocho rectángulos, donde cada uno tiene (o tuvo, en el caso de los faltantes) un sacerdote sedente con las piernas cruzadas, sosteniendo un incensario, y los acompaña un signo de día con su numeral y sobre este se encuentra un topónimo que alude al pueblo de donde viene dicho personaje. Los sacerdotes y sus topónimos, que se encontraban en todo el paramento, debieron ser 28 representantes, considerando el tamaño de los rectángulos y calculando los que pueden caber en todo el paramento. Partiendo del centro de la parte posterior hacia la derecha. El primer sacerdote está acompañado del día «5 y glifo no identificado» (los glifos a los que les damos el calificativo de «no identificado» se refieren a signos calendáricos que no aparecen en el periodo posclásico, es decir en el calendario azteca) y sobre este, un topónimo que representa una mano o garra. El siguiente sacerdote tiene el día «6 y glifo no identificado» y sobre él unas manos cerradas que se tocan entre ellas por los nudillos, en las muñecas tienen cintas que cuelgan; los dos siguientes rectángulos no existen. Hacia el lado izquierdo, se repite el mismo sacerdote, pero la fecha es «13 mono». El topónimo sobre el brasero está representado por unas volutas incompletas no identificables. El siguiente sacerdote tiene la fecha «3 caña», y su locativo es una figura femenina que lleva un quexquémitl acompañado de unas plumas. El siguiente sacerdote, la figura también lleva una vírgula alargada, el signo del habla, el glifo de eclipse y encima de este, el topónimo con la representación de la parte trasera de un mamífero y su cola; en el último cuadrete solo está un fragmento de sacerdote.

Continuando la lectura en el lado norte de la pirámide, en el paramento superior hay una serie de rectángulos en los que se ve un personaje sedente con las piernas cruzada que tiene la vírgula de la palabra, porta un bolsa alargada propia de un sacerdote, un tocado con el signo de año con plumas y frente a él hay un topónimo de su lugar de origen y, abajo de este, una boca abierta que se quiere tragar un círculo dividido en cuadrantes, que simboliza un eclipse que se vio en Xochicalco ocurrido el 1 de mayo del año 664 d.C. . En la esquina noreste el primer rectángulo no tiene al sacerdote, pero su topónimo consiste en una bola de plumón, madeja de hilo o de hojas en un cesto y un bastón; el siguiente topónimo no existe; continua otro con un brazo arrojando una lanza; el que sigue es un animal con cresta, posiblemente un camaleón; a continuación, un coyote con una pluma que le recorre de la oreja a la nariz; el siguiente topónimo de lugar consiste en las extremidades inferiores de una persona, calzada con huaraches que cruzan un río, continua un elemento que es algo que escurre, pero la ausencia de color hace imposible su identificación; en el penúltimo topónimo podemos observar una liana vegetal con una flor, mientras que en el último, están grabados los miembros inferiores de una persona calzados con huaraches sobre aves.

En el paramento sur, hay cuatro sacerdotes precedidos por el signo del eclipse; solo el cuarto tiene topónimo y consiste en un conejo parado en sus patas traseras con una pequeña vírgula. En el paramento frontal izquierdo de la pirámide, continúan los sacerdotes, el glifo del eclipse, pero no se identifican los topónimos. Y en el derecho, solo hay una piedra labrada en la esquina que debió ser de algún otro lugar de la pirámide, posiblemente del templo superior.

En el frontal del templo superior tenemos, del lado izquierdo, un coyote con un objeto extraño, un guerrero y la fecha fuego nuevo 10 caña; en tanto que, en el lado derecho, tenemos un árbol con una gran raíz, un guerrero y la fecha fuego nuevo 8 caña. Mientras que en las jambas o laterales del templo se encuentra dos figuras humanas de pie ataviadas con bragueros, huaraches y una cinta debajo de la rodilla, que usaban los jugadores para hincarse durante el juego de pelota. Junto al de la jamba izquierda, hay un coyote, un petate y una vasija con hierbas, mientras que el de la jamba derecha, está acompañado de una pequeña deidad femenina (por la nariguera que porta, pareciera una deidad del pulque) y tres conos con espuma.

En el muro del templo que coronaba la pirámide queda una sola escena que nos presenta a una mujer guerrera con su Macuahuitl y frente a ella, un guerrero sedente con tres flechas, su chimalli, bastón de mando en la mano izquierda y una fecha 7 caña. Del resto del muro del templo, solo quedan algunas piedras labradas en las que se pueden observar varios guerreros asociados a águilas y felinos, probablemente sea el principio de lo que los mexicas llamarían guerreros águila y guerreros jaguar. Además aparecen varias fechas calendaricas que son fácilmente identificables en cuanto al nombre: caña, cipactli y casa, pero en cuanto al numeral no estamos seguros si está completo ya que se pueden observar faltantes en el labrado final. También hay un glifo que aparece en los murales de Cacaxtla que es un ojo emplumado. Por último, hay dos topónimos, uno en las esquina sureste, que consiste en un río y dentro está la cabeza de un mujer y en la esquina noreste otro que es un hombre pequeño.

Las alfardas de la pirámide tienen labradas las escamas ventrales de las serpientes; probablemente la cabeza de ofidio estaba en la parte superior y en la inferior los crótalos. En los laterales de la alfarda se encuentra un gran guerrero sedente sobre lo que pudiera ser un gran banco con soporte, portando su chimalli y todo ello sobre un campo cultivado.

Templo de la Serpiente Emplumada, lado Norte.