Un almacén productivo depende en gran medida de varios aspectos clave: estanterías adecuadas, almacenamiento correcto, embalaje adecuado, personal bien formado y reducción de riesgos. El objetivo en cualquier almacén es mejorar la eficiencia y reducir los costes. Normalmente, la mejora de la eficiencia reduce los costes generales.

Una encuesta de noviembre de 2012 reveló que los directores de los centros de distribución entienden que sus almacenes no son del todo óptimos. Sin embargo, carecen de tiempo, recursos y estrategias para mejorar en gran medida las operaciones. En concreto, la encuesta descubrió que los almacenes de tamaño medio (aproximadamente 50 trabajadores) pierden casi 3.000 horas al año debido a la ineficacia de la plantilla. Además, aunque el 89% de los encuestados indicó que las nuevas tecnologías podrían ayudar a los gestores a recuperar estas ineficiencias, sólo el 70% había realizado una revisión exhaustiva de las prácticas en el almacén en el último año.

Aumentar la eficiencia del almacén es una prioridad absoluta para los gestores de almacenes de todo el mundo. Pero, ¿cuál es el método más eficaz para aumentar la eficiencia del almacén? Con tantas variables en juego, como la mano de obra, la dotación de personal, las cargas de trabajo, la programación y los proveedores externos (sobre los que usted tiene menos control), puede ser difícil identificar las áreas en las que debe centrarse para ser más eficiente. Numerosos expertos en almacenes coinciden en que el seguimiento de las métricas es una buena forma de mejorar la productividad del almacén. Las preguntas clave que debe hacerse son:

• ¿Con qué parámetros clave mide la productividad?
• ¿Cuál es su línea de base (es decir, de dónde parte)?
• ¿Cuál es su objetivo? Una vez que se han establecido estos aspectos, resulta más fácil identificar las áreas en las que es necesario mejorar. La verdadera eficiencia no se mide en términos de ahorro de costes. La eficiencia real en las operaciones de almacén se mide mejor en términos de flujo: tener los productos adecuados, en el lugar adecuado, en el momento adecuado y en las cantidades adecuadas. Tener demasiado inventario y, al mismo tiempo, no cumplir con las fechas de entrega es un signo de enorme ineficiencia, independientemente de cómo se comparen los costes de las operaciones con las cifras del año pasado.

  Asegurar la eficiencia del almacén depende en gran medida de la mano de obra. La implementación de un programa de formación y desarrollo para la gestión adecuada de las operaciones del almacén puede mejorar significativamente la productividad y la eficiencia, lo que finalmente conduce a la reducción de costes. Por ejemplo: El innovador programa de formación digital que ofrece Supply Chain Academy está específicamente diseñado para elevar los estándares de su personal de almacén y mostrarles el vínculo entre sus acciones y un gran servicio al cliente. Supply Chain Academy le ofrece las herramientas para formar a su personal de forma rápida y eficaz, para que entiendan cómo sus acciones afectan al negocio y los fundamentos de la seguridad en el almacén.

  Con la formación en vídeo basada en escenarios, el personal se siente implicado mientras recorre el argumento, normalmente basado en una situación de trabajo compleja que requiere ser resuelta. El aprendizaje basado en escenarios se basa en los principios de la teoría del aprendizaje situado (Lave & Wenger, 1991), que sostiene que el aprendizaje se realiza mejor en el contexto en el que se va a utilizar, y la cognición situada; la idea de que el conocimiento se adquiere mejor y se comprende más plenamente cuando se sitúa dentro de su contexto (Kindley, 2002). Esto permite a los empleados estar más preparados para enfrentarse a futuras situaciones laborales difíciles. A través de cursos fundamentales, intermedios y avanzados, la Academia de la Cadena de Suministro se asegura de que los empleados capten la esencia del almacenamiento y apliquen sus conocimientos y habilidades en su trabajo diario.

  Conclusión

  Una formación adecuada puede contribuir en gran medida a garantizar que su almacén funcione como es debido. Gestionar un almacén de forma eficiente requiere una gran cantidad de esfuerzo y tiempo. Los empleados competentes son la clave para mantener un funcionamiento adecuado del almacén. A fin de cuentas, la productividad del almacén conduce a la reducción de costes y a una ventaja competitiva.