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Los bebés señalan los objetos porque realmente quieren tocarlos

Por Adam Vaughan

pointing babies

Una explicación para que los bebés señalen

Daly y Newton/Getty

¿Por qué señalan los bebés? La razón por la que este comportamiento aparece en todas las culturas humanas cuando los niños tienen entre 9 y 14 meses no estaba del todo clara hasta ahora, pero los investigadores creen ahora tener la respuesta: el tacto. El hallazgo podría ayudar a comprender el desarrollo infantil y la evolución del lenguaje.

Algunos expertos han sugerido que señalar comienza con alcanzar algo. Pero hay pruebas fehacientes de que esto es poco probable, dice Cathal O’Madagain, de la École Normale Supérieure de París. «Al alcanzar algo, los dedos están extendidos. No se ve el distintivo dedo índice sobresaliendo».

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En cambio, O’Madagain y un equipo europeo sugieren que el singular fenómeno tiene su origen en los intentos de tocar cosas de forma exploratoria con la yema del dedo. Llevaron a cabo tres experimentos con grupos de edades comprendidas entre los 18 meses y la edad adulta, y sostienen que los resultados respaldan la hipótesis.

Señalar al tacto

La primera prueba reveló que no necesariamente inclinamos un dedo señalador de manera que dirija la atención de otro observador hacia el objeto que señalamos. Más bien, una línea virtual va desde nuestro ojo a través de la yema del dedo y hacia el objeto, como si estuviéramos tratando de tocar el objeto.

La segunda prueba observó la forma en que giramos nuestras muñecas cuando señalamos objetos – por ejemplo, cómo señalamos un imán unido al lado derecho de una caja que se coloca directamente frente a nosotros. Incluso los niños, si utilizan la mano derecha para señalar el imán, suelen girar la muñeca casi 180 grados para que la yema del dedo señalador se dirija hacia el imán, como si quisieran tocarlo.

El tercero comprobó cómo las personas interpretan un gesto de señalar realizado por otra persona. Se demostró que los niños de 18 meses y 3 años -pero no los de 9 años ni los adultos- entienden que un gesto de señalar es un intento de alguien de tocar un objeto, y no un intento de utilizar su dedo como una flecha para dirigir la atención en una dirección determinada.

«Esto nos permite elaborar una explicación muy diferente del origen de señalar, que es que señalar surge del tacto exploratorio», dice O’Madagain. Dice que la investigación ofrece una explicación biológica, no cerebral, de cómo los niños llegan a la «atención conjunta», un hito en el desarrollo infantil en el que aprenden a centrar la atención con otra persona en un objeto.