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Las 10 principales excusas para no hacer ejercicio (¡y soluciones!) – The Heart Foundation

Las 10 principales excusas para no hacer ejercicio (¡y soluciones!)

Hannah
1 de junio de 2018

A pesar de los beneficios bien documentados de hacer ejercicio, sólo el 5% de los adultos en los EE.UU. hacen los 30 minutos prescritos al día, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.

Es fácil encontrar muchas razones/excusas para no hacer ejercicio: estoy demasiado cansado. Tengo demasiado sobrepeso. No tengo tiempo. A continuación se presentan 10 de las excusas más comunes para NO hacer ejercicio y soluciones inteligentes para superar esas excusas.

EXCUSA #1: Estoy demasiado cansado para hacer ejercicio.

El ejercicio es una paradoja – puede hacer que sus músculos se cansen físicamente, pero en realidad se sentirá con más energía por ello. El ejercicio aumenta su flujo sanguíneo, lo que significa que su corazón está bombeando oxígeno a su cerebro, músculos y tejidos más rápido. También promueve la liberación de neurotransmisores como la dopamina, la serotonina y las endorfinas naturales que te harán sentir mejor y con más energía. Incluso el ejercicio moderado puede mejorar sus niveles de energía!

  • Solución #1: Cuando se sienta demasiado cansado para hacer ejercicio, la solución es hacer ejercicio de verdad. Comience con ejercicios de intensidad baja a moderada. Pruebe a caminar, montar en bicicleta o hacer yoga. Con el tiempo, pase a realizar ejercicios más moderados o de mayor intensidad.
  • Solución nº 2: Hacer ejercicio con un amigo puede motivarle a mantener su compromiso de hacer ejercicio incluso cuando esté cansado.
  • Solución nº 3: Haga ejercicio durante su momento más energético del día. Puede ser útil hacer ejercicio a primera hora de la mañana, antes de que el día se le escape. ¿Puede levantarse 30 minutos antes o entrar en el trabajo 30 minutos más tarde? ¿Puedes alargar tu pausa para comer a mitad de la jornada para poder dar un paseo enérgico? Hacer ejercicio después del trabajo puede parecer agotador, pero en realidad le calmará y vigorizará.
  • NOTA: El ejercicio no puede compensar un sueño insuficiente o de mala calidad. La apnea del sueño y otros trastornos del sueño pueden alterar sus ciclos de sueño, dejándole cansado todo el día. Hable con su médico si usted o su cónyuge sienten que su sueño está comprometido. Haga clic aquí para obtener más información sobre la apnea del sueño.

EXCUSA #2: No puedo permitirme un gimnasio.

El costo de las membresías de los gimnasios puede variar ampliamente – desde 10 dólares hasta más de 200 dólares al mes. En 2015, casi 55 millones de estadounidenses eran miembros de un gimnasio. Sin embargo, el 67% de esos 55 millones de personas nunca utilizaron sus membresías.

  • Solución: En lugar de gastar dinero en una membresía de gimnasio, busca soluciones más asequibles como crear un sencillo gimnasio en casa o dar un paseo rápido de 30 minutos por tu barrio. Además, hay muchos vídeos de ejercicios gratuitos o muy asequibles en Internet y en YouTube, Netflix, etc. Hacer ejercicio no tiene por qué costar dinero.

EXCUSA #3: No tengo tiempo. O soy padre a tiempo completo.

Entre los niños, los desplazamientos, el trabajo y otras responsabilidades de la vida, nuestro estilo de vida moderno de 24 horas al día, 7 días a la semana, a menudo nos hace sentir que no hay suficiente tiempo en el día para hacer ejercicio. El ejercicio se convierte en una prioridad baja en nuestras agendas ya abarrotadas.

  • Solución nº 1: En lugar de intentar encontrar tiempo para hacer ejercicio, piense en cómo puede sacar tiempo. Alguna actividad es mejor que ninguna. El truco consiste en encontrar un bloque de tiempo en su agenda diaria que esté siempre libre de compromisos. Puede ser antes o después del trabajo, durante la hora del almuerzo o después de dejar a los niños en el colegio. El compromiso de tiempo puede ser mínimo. Empieza con 10 minutos al día. A la semana siguiente, dedícale 11 minutos y a la siguiente, 12 minutos. Pronto ese tiempo encontrado se convertirá en parte de tu horario. Camine cada vez que hable por teléfono para poder dar más pasos.
  • Solución #2: ¿Cuánta televisión ve? No se permita ver la televisión a menos que esté haciendo ejercicio, o que ya haya hecho ejercicio ese día. Mientras ve la televisión, utilice bandas de resistencia para entrenar la fuerza, camine en su sitio o pedalee en una bicicleta estática.
  • Solución nº 3: Si sus hijos son pequeños, póngalos en un cochecito y dé unas vueltas por el barrio. A medida que crecen, haga ejercicio mientras su hijo está en su práctica extraescolar. Camina a paso ligero por el campo de fútbol o sube y baja las escaleras del colegio durante la clase de música. Para una mayor motivación, forme equipo con otro padre para tener un compañero de ejercicio.
  • Solución #4: Haga ejercicio con sus hijos. Vaya a montar en bicicleta, a nadar o a dar una vuelta a la manzana y explore el barrio con sus hijos.

EXCUSA #4: Necesito estar motivado para hacer ejercicio.

Si perder peso o su salud en general no es razón suficiente para hacer ejercicio y necesita incentivos adicionales, busque la manera de encontrar lo que funcionará para motivarlo a ponerse en movimiento.

  • Solución nº 1: Haz una tabla o lleva un registro (busca en Google «Tabla de ejercicios» para ver ejemplos) o haz un seguimiento de tus entrenamientos con una aplicación de seguimiento como Strava o HabitBull .
  • Solución nº 2: Date una recompensa por cumplir tus objetivos de fitness, una recompensa que realmente quieras. Si te gustan los masajes, reserva un masaje al final de cada mes que completes tu número de entrenamientos objetivo.

EXCUSA #5: No me gusta hacer ejercicio solo.

A veces es difícil motivarse para hacer ejercicio solo. Tener un compañero de ejercicio puede ayudar. Hacer ejercicio con un amigo puede hacer que su tiempo de entrenamiento pase volando y darle un incentivo extra para esforzarse un poco más. También es más fácil inventar una excusa para no hacer ejercicio cuando nadie te hace responsable.

  • Solución #1: Pídele a un amigo que se reúna contigo para una caminata de fin de semana, o ve si algunos colegas quieren unirse a ti para una clase después del trabajo. Hacer ejercicio con un compañero o un grupo aumenta la motivación y la constancia.
  • Solución #2: Si a tus amigos no les gusta el ejercicio, hay varias reuniones centradas en el fitness en Meetup.com o Zogsports.com.

EXCUSA #6: Me aburro fácilmente. El ejercicio no es divertido.

La clave para vencer el aburrimiento es encontrar un programa de ejercicio que se adapte a su nivel de condición física y que realmente le haga ilusión. También es importante cambiar las cosas cada pocas semanas o meses para no caer en la rutina.

  • Solución #1: Encuentre ejercicios divertidos que le gusten. Pruebe con el patinaje en línea, el ciclismo o la jardinería. Únase a un grupo de caminatas para mamás. Apúntate a Zumba o a una clase de ciclismo. Únete a una liga deportiva. O ve a bailar. ¡Hay un ejercicio para todos!
  • Solución #2: ¡Hacer ejercicio con un amigo puede ser divertido y un gran entretenimiento! Únase a un grupo (vea la EXCUSA #5, Solución #2) o reúna a sus amigos para que le acompañen en una caminata, un paseo en bicicleta, ir a bailar o tomar una clase en el gimnasio. De vez en cuando, prueba algo totalmente nuevo. Mezcle todo para no aburrirse.
  • Solución #3: Si hace que el ejercicio sea más agradable para usted, está bien ver la televisión, escuchar un podcast o leer mientras está en la bicicleta estática o en la cinta de correr, siempre y cuando su entrenamiento siga siendo un reto.
  • Solución #4: Haga una lista de los ejercicios que no le gustan y luego una lista de las actividades que podría estar dispuesto a probar. Trabaje hacia abajo en la lista hasta que encuentre uno o varios que le gusten. Si disfruta con lo que hace, será más propenso a continuar.

Excusa nº 7: Soy demasiado viejo/gordo/descoordinado/vergonzado para hacer ejercicio.

Cuando algo es extraño o incómodo, es una respuesta natural evitarlo. Si te sientes demasiado viejo, con sobrepeso o ridículo con la ropa de ejercicio, hay una solución sencilla. Empiece por algo pequeño, pero empiece por algo.

  • Solución nº 1: Si el ejercicio es duro para sus articulaciones, pruebe a nadar o a tomar una clase de fitness en el agua. El ejercicio en el agua es más fácil para tus articulaciones y cuanto más fuertes sean tus músculos, más podrán soportar tus articulaciones y menos te dolerá. Si sus limitaciones físicas son más graves, consulte a su médico o busque un entrenador deportivo que pueda ayudarle a encontrar ejercicios que sigan siendo seguros y fáciles de hacer.
  • Solución nº 2: El ciclismo es un gran ejercicio para personas de todas las edades y tipos físicos. Una vez que aprendes a montar en bicicleta, nunca olvidas esa habilidad porque se convierte en parte de tu memoria inconsciente. Puedes montar en bicicleta con amigos o por tu cuenta. Consulta Bikemunk para conocer los muchos beneficios de montar en bicicleta.
  • Solución #3: Si te sientes acomplejado por tu peso, podrías empezar caminando con amigos, haciendo ejercicio en la intimidad de tu casa o haciendo ejercicio con un entrenador que te apoye. Use ropa que le resulte cómoda.
  • Solución #4: ¿No está familiarizado con el equipo del gimnasio? Nadie quiere parecer un novato cuando trata de entender una máquina de musculación. PERO, recuerde que todo el mundo fue nuevo alguna vez. Muchos gimnasios ofrecen servicios GRATUITOS a los socios para que entiendan cómo utilizar el equipo y establecer una rutina para obtener resultados y hacerlo de forma segura. Apúntate a una clase que te enseñe a entrenar la fuerza y a utilizar los diferentes equipos. Trae a un amigo que tenga un poco más de conocimiento que tú. Pregunte al encargado de la recepción sobre los días y horarios en los que hay menos socios.

EXCUSA # 8: Ya lo he intentado antes. O no puedo seguir un programa.

Si te pones metas que sean pequeñas y realistas, es más probable que te sientas como un éxito, no como un fracaso.

  • Solución # 1: Lleva un registro y colócalo en un espacio público – tu refrigerador, o incluso en Facebook. Tus amigos y familiares pueden ofrecerte palabras de ánimo. Un registro también te ayuda a ver si estás empezando a flojear (ver EXCUSA #4, Solución #1).
  • Solución #2: Tener un compañero de ejercicio te mantiene responsable. Es más probable que se presente a hacer ejercicio si sabe que alguien espera que esté allí.

EXCUSA #9: No me gusta hacer ejercicio cerca del sexo opuesto.

Hacer ejercicio alrededor del sexo opuesto a menudo puede hacerte sentir incómodo, o inadecuado.

  • Solución: Comprueba si tu gimnasio ofrece clases o zonas de entrenamiento específicas para cada sexo. Por supuesto, hacer ejercicio en la intimidad de su propia casa también resuelve este problema.

EXCUSA #10: No me gusta sudar. O no quiero ducharme otra vez y volver a maquillarme.

El sudor es la forma que tiene tu cuerpo de refrescarse y desintoxicarse. La cantidad de sudor que se produce depende de varios factores, como el sexo, la edad, el nivel de condición física, la genética y la intensidad del trabajo. Sin embargo, el ejercicio no tiene por qué significar que acabes empapado de sudor. Hay muchos ejercicios que queman calorías y desarrollan los músculos sin dejarle sudar. Si evita hacer ejercicio porque odia sudar o no tiene tiempo para refrescarse, aquí tiene algunas ideas…

  • Solución nº 1: Haga ejercicio a primera hora de la mañana, antes de ducharse y prepararse para el día.
  • Solución nº 2: Pruebe a llevar ropa de entrenamiento que absorba el sudor.
  • Solución nº 3: Divida el ejercicio en trozos más cortos durante el día. Camina 15 minutos durante la pausa del almuerzo y 15 minutos después del trabajo.
  • Solución #4: Si no te gusta sudar, puedes hacer ejercicio en un lugar con aire acondicionado. Puede nadar. O pruebe un entrenamiento de ritmo más lento, como el yoga, que se centra menos en el cardio y más en el estiramiento, el equilibrio, la flexibilidad y el fortalecimiento de sus músculos.

Siempre habrá una «buena excusa». Pero la investigación ha demostrado sistemáticamente en más de 70 estudios diferentes, casi todos los grupos estudiados – individuos sanos, aquellos con condiciones crónicas como la diabetes y las enfermedades del corazón e incluso los pacientes con cáncer – se beneficiaron del ejercicio constante. Se acabaron las excusas

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