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La deficiencia de vitamina D provoca dolor lumbar

La deficiencia de vitamina D se asocia significativamente con la degeneración del disco lumbar (DLD) y el dolor lumbar (DL) entre las mujeres posmenopáusicas, según una nueva investigación de Menopause. El estudio también encontró que las mujeres que tenían una insuficiencia/deficiencia o deficiencia severa eran menos propensas a tomar suplementos de vitamina D y más propensas a experimentar dolor severo.

Métodos
El estudio observacional retrospectivo incluyó datos de 232 mujeres posmenopáusicas (edad media de 65,6 años ± 10,0 años) entre julio de 2017 y diciembre de 2018. Cada participante había sido diagnosticada con LDD o inestabilidad espinal sobre la base de imágenes de resonancia magnética (MRI) y síntomas clínicos.

Se recogieron muestras de sangre para medir las concentraciones séricas de 25(OH)D, Ã péptido carboxilo terminal del colágeno tipo I (Ã-CTX) y el fragmento N-terminal de la osteocalcina (N-MID). Los participantes fueron asignados a uno de los tres grupos en función de sus concentraciones de 25(OH)D: deficiencia grave (< 10 ng/mL), deficiencia/insuficiencia (10-30 ng/mL) y normal (≥ 30 ng/mL). La densidad mineral ósea se determinó mediante absorciometría de rayos X de doble energía y los participantes con una puntuación T de < -2,5 fueron diagnosticados de osteoporosis. Una puntuación T de -2,5 a -1,0 se diagnosticó como osteopenia y una puntuación T de > -1,0 se consideró normal. Se utilizó una puntuación de la escala analógica visual (EAV) para evaluar la gravedad del dolor lumbar y se asignó a los participantes a tres grupos según esta gravedad: un grupo de dolor leve (1-3), un grupo de dolor moderado (4-6) y un grupo de dolor intenso (7-10). La degeneración discal se evaluó mediante el sistema de clasificación de Pfirrmann.

Resultados
Las concentraciones séricas de 25(OH)D de los 232 inscritos fueron de 19,38 ± 9,21 ng/mL. Entre toda la muestra, 30 (12,9%), 173 (74,6%) y 29 (12,5%) de los participantes fueron asignados a los grupos de deficiencia grave, deficiencia/insuficiencia y normal, respectivamente. Los autores no encontraron diferencias entre los grupos en función del IMC, la hipertensión, la diabetes, el consumo de alcohol, el tabaquismo, el N-MID o el Ã-CTX (P > 0,05). Sin embargo, los grupos diferían significativamente en cuanto a la DMO, las puntuaciones de la EVA y la proporción de uso de suplementos de vitamina D (P < 0,05). Los participantes con concentraciones normales de vitamina D tendían a tener una EVA baja, una DMO alta y era más probable que tomaran suplementos de vitamina D que los participantes de los grupos de deficiencia grave y deficiencia/insuficiencia (P < 0,05).

Los autores encontraron diferencias significativas en las concentraciones de vitamina D circulante entre los grupos normal, de osteopenia y de osteoporosis (21,62 ± 9.42 frente a 18,01 ± 9,41 frente a 17,39 ± 8,17 ng/mL, respectivamente; P < 0,05), los participantes con peso normal y con sobrepeso (20,39 ± 9,45 frente a 16,14 ± 8,39 ng/mL; P < 0.05), los participantes que no tomaban suplementos y los que sí (18,46 ± 8,47 frente a 23,07 ± 11,10 ng/mL; P < 0,05), y los participantes con dolor leve y moderado-grave (21,51 ± 9,79 frente a 17,24 ± 8,08 ng/mL; P > 0,05). Una menor concentración de 25(OH)D (< 10 ng/mL) también se asoció significativamente con un DCL más pronunciado en la región lumbosacra (L4-S1, L1-S1, P < 0,05), pero menos en la región lumbar superior.

Tras ajustar por factores de confusión, la deficiencia de vitamina D, el tabaquismo, la falta de suplementos de vitamina D, el IMC elevado y la puntuación T de densidad mineral ósea baja se asociaron con una mayor incidencia de dolor de moderado a grave entre las mujeres posmenopáusicas.

Conclusiones
En base a los hallazgos de este estudio, los autores creen que la deficiencia de vitamina D es altamente prevalente entre las mujeres postmenopáusicas y está fuertemente asociada con el DPL y el dolor lumbar en esta población. Los profesionales de la salud pueden considerar la posibilidad de comunicar a sus pacientes de riesgo los beneficios de los suplementos de vitamina D para reducir el número de mujeres con deficiencia de vitamina D. Los autores recomiendan que las investigaciones futuras se centren en la investigación de la eficacia clínica de los suplementos de vitamina D para la prevención y el tratamiento de la LDD y el LBP.