El problema de la deshonestidad académica crece a un ritmo enorme. Sólo Google ofrece más de 261M de resultados a la petición de búsqueda «cómo hacer trampas en un examen». Y mientras algunos educadores sostienen de todo corazón que sólo la confianza en sus alumnos puede inspirarles a ser tan auténticos en su estudio como la institución espera, otros registran niveles de plagio sin precedentes en los trabajos de los alumnos.

De un modo u otro, el asunto de la mala conducta académica evoluciona, se transforma y adquiere nuevas e inesperadas aristas que definitivamente vale la pena abordar.

Motivos de los estudiantes para hacer trampas

Hay una variedad de razones que estimulan a los alumnos a recurrir a las trampas de un modo u otro. Pero cuando se analiza en profundidad, va quedando claro que es la propia academia la que crea obstáculos para que los estudiantes luego los «superen».

Desglosemos cuáles son las causas más distinguidas de la deshonestidad académica entre los alumnos.

Centrarse en el resultado final por encima del dominio

Al ser anticuados y bastante conservadores en su capacidad de adaptación, la mayoría de los sistemas educativos siguen alabando los resultados finales, también conocidos como notas, por encima del esfuerzo y los conocimientos reales del alumno en la materia. Esto envía un mensaje muy claro a todos los alumnos: «No nos importa lo que hagas durante el semestre, la nota de tu trabajo/examen es lo que realmente importa».

Como resultado, los estudiantes simplemente no se esforzarán durante todo el periodo, sino que harán lo que «deben» en el examen para conseguir esa deseada calificación.

Carga de trabajo

Según la investigación Challenge Success, el 59% de los estudiantes afirman que «tienen demasiados deberes», lo que aparece como una de las principales fuentes de estrés. Como cada vez son más los educadores que exigen «hacerlo todo», los estudiantes se sienten justificados para hacer trampas para seguir con la creciente carga de tareas y mantener su estatus en un entorno centrado en el éxito.

Así, el 71% de los estudiantes enumeró la carga de trabajo general y los deberes como su principal fuente de estrés, el 75% se siente «a menudo» o «siempre» estresado por sus tareas escolares, y el 74% se preocupa «bastante» o «mucho» por hacer evaluaciones.

Estudiantes internacionales

Al venir de diversos orígenes y tener que lidiar con un gran choque cultural, es muy difícil para los estudiantes internacionales mantenerse al día con las expectativas de la institución en cuanto a la integridad académica. Ante todo, el idioma puede ser un problema, lo que empuja a estos estudiantes a recurrir a las trampas para obtener una mejor nota y, por tanto, no ser expulsados.

Con el creciente número de estudiantes chinos que estudian en el extranjero, el fenómeno de su deshonestidad académica y su bajo rendimiento académico se ha estudiado ampliamente en los últimos años.

No hay una educación adecuada en relación con el plagio

En todo momento, los estudiantes de la mayoría de las instituciones educativas han tenido una comprensión muy diversa de la integridad académica y el plagio.

La falta de educación básica sobre lo que se considera plagio, cómo citar el material y qué repercusiones se aplicarán a quienes descuiden las reglas deja a los estudiantes de primer año con su propia sabiduría, predominantemente intuitiva, sobre el tema. En el caso de Inglaterra, dio lugar a 2.735 sanciones emitidas a estudiantes en escuelas y colegios de todo el país en 2018.

Entorno académico y social altamente competitivo

Como los logros se consideran primordiales en nuestra sociedad y las publicaciones de Facebook como «Aceptado en Harvard» recogen cientos de likes, el 51% de los alumnos sienten la presión de cumplir con las expectativas de sus padres y el 52% – de ser aceptados por sus compañeros.

Es más, la comunidad centrada en el éxito ha conformado una noción distinta en el 57% de los estudiantes que puede expresarse como «las personas con éxito deben hacer lo que tienen que ganar, aunque los demás lo consideren una trampa».

Los estudiantes de alto rendimiento o los llamados «estudiantes hambrientos de notas» son el producto de esta presión abrumadora que viene de todos los rincones. Son especialmente propensos a hacer todo lo necesario para obtener las mejores notas y ser alabados por la sociedad.

La tecnología normaliza y simplifica el engaño

Con el auge de Internet y la disponibilidad de datos abiertos, plagiar se ha convertido en la tarea más fácil. Teniendo el móvil, el smartwatch o un asistente de IA a mano, se tarda un par de instantes en hacer una foto o teclear la respuesta correcta y enviarla al amigo. La mayoría de los estudiantes ni siquiera lo reconocerán como una trampa. Para los que sí lo reconocen y no quieren compartirlo, siempre hay una herramienta que funciona: la presión de los compañeros. La idea manipuladora general es que los amigos deben ayudarse mutuamente. Si no, la persona queda estigmatizada y acosada entre sus compañeros, lo que representa que engañar es más normal que no.

Aparte de eso, hay numerosos servicios en línea para ayudar a resolver problemas de matemáticas, traducir de lenguas extranjeras, etc.

Como resultado, las tasas de plagio en la escuela secundaria y las universidades han florecido hasta el 79,4 y el 86% respectivamente. Y sólo el 12% de los estudiantes indicaron que nunca harían trampa debido a la ética.

Formas de mala conducta académica

Las formas de sobrepasar la solución de plagio del instructor o de la universidad son infinitas. El plagio se ha ganado con razón la reputación del método de engaño número uno entre los estudiantes recientemente.

Otro incluye:

• Heredar la pila de trabajos de todo el curso de un familiar/amigo
• Montar trabajos de varias fuentes – plagio en mosaico
• Copiarpegar material de Internet
• Copiar los deberes de otra persona
• Obtener las respuestas de los exámenes o las preguntas de otra persona
• Trabajar juntos en lo que se consideraba una tarea individual

Colaboración no autorizada, o cuando los estudiantes trabajan demasiado juntos, es el caso más común de deshonestidad académica. Alrededor del 40 por ciento de los 450 profesores que completaron una encuesta sobre integridad académica dijeron que la colaboración inadecuada en grupo ocurre a menudo o muy a menudo.

Jeff Stefancic, director de la Oficina de Derechos y Responsabilidades de los Estudiantes de la Universidad de Purdue»

• Trampas por contrato – pagar a empresas para que escriban un ensayo para un estudiante

• Trampas con tecnología: usar dispositivos para almacenar y utilizar discretamente las respuestas de los exámenes; intentar burlar el software de detección de plagio – servicios de reescritura, sustitución de caracteres, inserción de imágenes con texto, símbolos blancos y trozos de texto

Ejemplos de trampas de alta tecnología ahora populares incluyen los casos de la escuela secundaria Golden y la escuela de medicina tailandesa.

Estrategias para evitar las trampas

El tema de las trampas tiene un historial bastante largo y se ha asentado en la mente de la gente durante décadas. Estamos seguros de que todavía se puede vencer con eficacia si se toman medidas preventivas con seriedad y coherencia.

Consejos para minimizar la tecnologíatecnología

Electrónica, digital o de alta tecnología se ha convertido en el verdadero azote de nuestro tiempo. Aunque puede parecer imposible erradicar este tipo de trampas por el simple hecho de que hay gadgets por todas partes, no es tan grave.

Hay dos estrategias principales con esto – o bien restringir los gadgets tanto como sea posible durante las pruebas o incorporar varias herramientas para comprobar el plagio, proctor de exámenes, y más.

Al igual que con la Universidad Estatal de California, donde entre estas técnicas básicas también tratan de diseñar cursos junto con los estudiantes para alinear mejor estos con sus necesidades e intereses.

Otros van incluso más allá, como en Rudgers, donde hacen volar a su personal a los países de origen de sus futuros estudiantes para educarles en los estándares de la universidad antes incluso de que comience el curso escolar.

Creadora de contenidos en Unicheck

Interesada en todo lo relacionado con la EdTech, Kate profundiza en los dilemas de la educación contemporánea para ofrecer una imagen completa de cómo se cruzan los mundos de la tecnología y la academia.

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