Suele describirse como un deseo intenso y una participación obsesiva en actividades sexuales en un grado y nivel mucho mayor de lo que es saludable o sostenible.

Sin embargo, existe una falta de empatía y comprensión hacia las personas con adicciones sexuales.

Tener un gran interés por el sexo no significa que una persona sea adicta a él.

De hecho, en mi opinión, la adicción sexual no debería definirse por la cantidad de sexo que se tiene, ya que una persona podría perfectamente estar en una relación sana, en la que disfruta de las actividades sexuales con su pareja con un alto nivel de frecuencia, ¡y aun así caer en esta definición!

Quizás sepa que varias celebridades de alto nivel se han internado en clínicas para buscar ayuda para su adicción al sexo.

Esto ha llevado al debate de si tales comportamientos pueden ser realmente categorizados como una adicción sexual, o si estos individuos están enmascarando otros problemas – como encubrir la infidelidad, el «mujerismo», o el abuso de su poder – lo que enturbia aún más el agua para aquellos con una condición psicológica legítima, y exacerba muchos de los malentendidos relativos a su verdadera naturaleza.

Sin embargo, se espera que la próxima actualización de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE) de la Organización Mundial de la Salud incluya por primera vez la adicción sexual como un diagnóstico oficial.

¿Cuáles son los síntomas de la adicción sexual?

La adicción sexual puede presentarse con una variedad de síntomas como:

• Gastar una gran cantidad de tiempo en actividades orientadas a preparar, participar y recuperarse de las actividades sexuales
• Uso/abuso persistente de materiales pornográficos y afrodisíacos
• Entrar en múltiples aventuras con múltiples parejas sexuales
• Hacer referencia sexual en su charla, chistes,
• Realizar comportamientos sexuales con personas sin tener en cuenta las repercusiones en ellas
• Responder a situaciones vitales estresantes con fantasías, impulsos y comportamientos sexuales
• Experimentar fuertes fantasías e impulsos sexuales simultáneos, que no pueden controlar

Es más probable que se considere que los hombres tienen una adicción al sexo, y una investigación reciente demostró que sólo un tercio de los «adictos al sexo» eran mujeres.

Esta cifra puede parecer baja, sin embargo hay que tener en cuenta que en este ámbito es menos probable que las mujeres busquen tratamiento y, por tanto, es probable que estén infrarrepresentadas en los estudios de investigación.

¿Qué causa la adicción sexual?

La adicción sexual puede desarrollarse debido a factores que incluyen todos los aspectos de la vida de un individuo. Algunos de estos factores son:

• Factores biológicos

  Las causas biológicas de la adicción sexual incluyen la fisiología y la genética del individuo. En lo que respecta a los desequilibrios bioquímicos, los comportamientos adictivos se asocian generalmente a diferencias de ciertas sustancias químicas en el cerebro, que se conocen como neurotransmisores.

  La dopamina, la serotonina y la norepinefrina son ejemplos de neurotransmisores; éstos ayudan a regular el estado de ánimo de una persona, y también desempeñan un papel en su experiencia del placer. Por lo tanto, la adicción sexual puede estar parcialmente causada por niveles elevados de estas sustancias químicas.

  La predisposición genética a la adicción sexual implica una serie de genes que se cree que desempeñan un papel en su desarrollo. Esto puede explicar por qué algunas personas son mucho más vulnerables a las conductas adictivas que otras.

• Factores ambientales

  Los neurocientíficos han estimado que la posibilidad de adicción para la población general es aproximadamente un 50% genética y un 50% ambiental. También se cree, por parte de algunos, que la adicción sexual puede ser impulsada sólo por la genética o por factores ambientales, sin embargo es probable que ambos influyan en ella.

  Ya sea que el sexo haya sido vilipendiado o glorificado, muchos individuos adictos al sexo han sido expuestos a él a una edad inusualmente temprana. Una encuesta reciente entre adultos con adicción sexual descubrió que el 41%, antes de los 12 años, consumía pornografía.

  Aunque el cerebro puede ser responsable de la creación de los impulsos de adicción sexual, los desencadenantes iniciales de la adicción suelen estar relacionados con el pasado del individuo.

  Muchos casos de personas con adicción sexual han crecido en familias «disfuncionales» o informan de que han sufrido abusos físicos o sexuales cuando eran niños.

• Problemas emocionales

  La adicción sexual puede surgir desde la adolescencia, actuando como una forma de autocalmarse debido a que han crecido en entornos que les han dejado buscando fuera de sí mismos algo que les faltaba dentro.

¿Cuáles son los efectos de la adicción sexual?

Los pensamientos y comportamientos sexuales persistentes pueden convertirse en un reto para algunas personas, y tener un impacto negativo en sus relaciones, su carrera y su sentido de la autoestima, dejando a menudo a los enfermos ahogados en la vergüenza. Las personas que se identifican como adictas al sexo, en general, experimentan una serie de problemas, tales como:

• Disminución de las relaciones con los amigos y la familia
• Sentimientos de culpa y vergüenza
• Descuido de deberes y obligaciones
• Posibilidad de contraer enfermedades de transmisión sexual (ETS)
• Disminución de la salud fisiológica y emocional

Pérdida de autoestima, las dificultades financieras inesperadas y el deterioro de la salud (tanto física como mental) son también hechos frecuentes en las personas que sufren adicción sexual.

Tratamiento

Cuando se busca apoyo para la adicción sexual, es aconsejable hablar con un profesional, ya sea un consejero, un psicólogo o un trabajador social para ayudar a abordar el problema subyacente que puede haber dado lugar a la adicción.

Y aunque la mayoría de los tratamientos de adicción se centran generalmente en el apoyo al individuo que experimenta directamente el problema, también es vital que los programas de tratamiento proporcionen orientación y comprensión a otras personas afectadas, en particular a los cónyuges o parejas.

El apoyo para ayudarles a normalizar sus experiencias, y asegurarles que no están solos, es crucial.

La adicción sexual es un problema debilitante pero tratable que suele estar motivado por experiencias de apego no resueltas en las primeras etapas de la vida.

Pero con el tratamiento adecuado y un apoyo constante, una persona con adicción sexual puede avanzar hacia una vida más sana y satisfactoria.