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Se calienta más

La Tierra lleva más de 100 años calentándose de forma constante, en consonancia con el aumento de la contaminación por carbono que ha envuelto al planeta con un velo de gases que atrapan el calor.

Después de décadas de contaminación por carbono y deforestación, ahora asistimos regularmente a meses y años calurosos que baten récords. 2015 fue el año más caluroso registrado y 2016 es más caluroso. Hoy en día nadie menor de 30 años ha vivido un mes en el que la temperatura de la superficie de la Tierra estuviera por debajo de lo normal.

Cortesía de Climate Signals

El calor en la atmósfera va ahora mucho más allá de los límites naturales del sistema climático de la Tierra. La mayor parte del calor acumulado se almacena en los vastos océanos, cuyo contenido energético se está disparando. En su conjunto, el sistema climático de la Tierra está acumulando la asombrosa cantidad de calor equivalente a 4 detonaciones de la bomba de Hiroshima cada segundo.

Vemos los signos del calentamiento en todas partes: lecturas de temperatura, mediciones por satélite, desaparición del hielo marino, desaparición de los glaciares, derretimiento de las capas de hielo, cambio de las estaciones, migración de las especies y aceleración de la subida de los océanos a medida que los mares se calientan y expanden.

También estamos viviendo ahora cambios dramáticos en el clima extremo. El calentamiento de la atmósfera retiene más humedad y vierte más agua cuando llueve. No es de extrañar que los diluvios hayan aumentado en todo el mundo.

El calentamiento del clima también está estimulando las olas de calor. El área global que experimenta los peores eventos de calor es ahora 10 veces mayor. En Estados Unidos, las nuevas temperaturas máximas superan a las mínimas en una proporción de dos a uno, y se ha producido un aumento sin precedentes de las noches calurosas durante las olas de calor, eliminando el descanso nocturno que tanto necesitan los niños, los ancianos y los enfermos.

Estos cambios drásticos eran de esperar. Un pequeño cambio en la temperatura media de la Tierra produce una transformación dramática en el clima. Y ya hemos recorrido parte de ese camino.

El ritmo actual de calentamiento no tiene precedentes desde hace quizá decenas de millones de años. Podemos ver las huellas de los gases que atrapan el calor en los patrones de calentamiento. Los superordenadores que modelan el clima de la Tierra señalan sin ambages la contaminación por carbono. Y la simple física, conocida desde hace más de 100 años, nos dice que la contaminación por carbono atrapa el calor.

La atmósfera tiende a retener la contaminación por carbono que calienta el planeta. Por lo tanto, la Tierra no dejará de calentarse hasta que se acabe la contaminación por carbono, toda ella. No podemos revertir el calentamiento, pero podemos ponerle freno.