Primera Guerra Mundial e independencia
En noviembre de 1914 Gran Bretaña declaró la guerra al Imperio Otomano y en diciembre proclamó un protectorado sobre Egipto, depuso a ʿAbbās y nombró a su tío, Ḥusayn Kāmil, con el título de sultán. Kitchener fue sucedido por Sir Henry McMahon, y éste por Sir Reginald Wingate, ambos con el título de alto comisionado. Aunque Egipto no tuvo que aportar tropas, la población, especialmente el campesinado, sufrió los efectos de la guerra. La declaración de la ley marcial y la suspensión de la Asamblea Legislativa silenciaron temporalmente a los nacionalistas. Ḥusayn Kāmil murió en octubre de 1917 y le sucedió su ambicioso hermano, Aḥmad Fuʾād.
El 13 de noviembre de 1918, dos días después del Armisticio, Wingate recibió la visita de tres políticos egipcios encabezados por Saad Zaghloul, quien exigió la autonomía para Egipto y anunció su intención de encabezar una delegación (wafd árabe) para exponer su caso en Inglaterra. La negativa del gobierno británico a aceptar una delegación, seguida de la detención de Zaghloul, produjo una revuelta generalizada en Egipto, y Sir Edmund Henry Hynman Allenby (más tarde Lord Allenby), vencedor de los otomanos en Palestina, fue enviado como alto comisionado especial. Allenby insistió en hacer concesiones a los nacionalistas, con la esperanza de llegar a un acuerdo. Zaghloul fue liberado y posteriormente encabezó su delegación en la Conferencia de Paz de París (1919-20), donde se le negó una audiencia para abogar por la independencia de Egipto. Mientras tanto, el Wafd se había convertido en una organización de ámbito nacional que dominaba la política egipcia. La Comisión Milner (1919-20), enviada para informar sobre el establecimiento de un gobierno constitucional bajo el protectorado, fue boicoteada, pero Lord Alfred Milner, que dirigía la comisión, mantuvo más tarde conversaciones privadas con Zaghloul en Londres. Finalmente, con la esperanza de superar a Zaghloul y de crear un grupo de políticos pro-británicos en Egipto, Allenby presionó a su gobierno para que prometiera la independencia sin asegurar previamente los intereses británicos mediante un tratado. La declaración de independencia (28 de febrero de 1922) puso fin al protectorado pero, a la espera de las negociaciones, reservó cuatro asuntos a la discreción del gobierno británico: la seguridad de las comunicaciones imperiales, la defensa, la protección de los intereses extranjeros y de las minorías, y el Sudán. El 15 de marzo el sultán se convirtió en el rey Fuʾād I (reinó 1922-36) de Egipto.