Hay tres tipos de conflicto (Jehn y Mannix)

1. El conflicto de relación surge de las diferencias e incompatibilidades interpersonales
2. El conflicto de proceso se refiere al desacuerdo sobre el enfoque de la tarea y sus métodos
3. El conflicto de tarea se refiere a las diferencias de punto de vista y opinión sobre un objetivo o tarea en particular

Me sorprendería que consiguieras vivir tu vida sin encontrarte con un conflicto. Ya sea en el trabajo, en casa, cuando conduces o en las relaciones. Según la wikipedia, un conflicto es:

‘Fricción, desacuerdo o discordia que surge dentro de un grupo cuando las creencias o acciones de uno o varios miembros del grupo son resistidas o inaceptables para uno o varios miembros de otro grupo’

Entonces, ¿cuál es la diferencia entre conflicto y desacuerdo? A veces pueden parecerse mucho. Los desacuerdos son abiertos. Todos los implicados saben lo que piensa cada persona y se refieren al contenido más que a las personalidades. A veces se denominan discusiones. Pueden acabar en un acuerdo. Pueden terminar en un acuerdo para diferir y continuar teniendo en cuenta los puntos de vista y las creencias de cada persona.

Cuando hay un conflicto la gente suele tener sentimientos fuertes o hacer suposiciones sobre el punto de vista de la otra persona (o personas). A menudo hay poco deseo de comunicarse abiertamente, de escuchar de verdad con el objetivo de entender a la otra persona. El comportamiento puede ser pasivo-agresivo, ya que una o varias partes hablan a los demás sobre el tema, pero no a la persona con la que están en conflicto. El conflicto suele ser el resultado de malentendidos entre las partes implicadas. Puede resolverse una vez que se discutan y comprendan esos malentendidos. El conflicto suele tener que ver con valores personales (lo que es importante para ti) que han sido violados de alguna manera. Los valores conforman nuestro sentido de la identidad y actúan como una brújula que guía nuestro comportamiento. Al explorar lo que es importante para cada parte y ver las cosas desde otro punto de vista, a menudo podemos encontrar un camino hacia la resolución.

La clave para resolver el conflicto es identificar las amenazas verdaderas en lugar de las percibidas y luego encontrar estrategias para resolverlas.

Lo que hay que recordar es que el conflicto no siempre es malo. El conflicto puede ser muy saludable. Aumenta la conciencia de los problemas que existen y proporciona una razón para encontrar un camino mejor. Cuando se valora el conflicto, se fomenta un entorno en el que el cambio se considera positivo, una forma de mejorar las cosas. La innovación prospera. También ayuda a los equipos a tomar decisiones más eficaces y fortalece las relaciones.

Cuando pienses en algunos de los conflictos que hay en tu lugar de trabajo en este momento, vale la pena identificar si se trata de un conflicto saludable o de un conflicto negativo. Si es negativo, puede ser útil encontrar formas de reducir el conflicto, ya sea directa o indirectamente.