Los castigos nunca son de «talla única». El objetivo del castigo es proporcionar una lección de aprendizaje sobre el comportamiento y las consecuencias, y para que el castigo tenga éxito, el tipo de castigo que elija debe ser apropiado para la ofensa. A veces, los castigos basados en la escritura pueden ser más perjudiciales que beneficiosos para el comportamiento de tu hijo. Considere los pros y los contras de escribir frases como castigo y, si decide aplicar este tipo de castigo, asegúrese de que la experiencia de escribir sea constructiva y beneficiosa para su hijo de alguna manera.

Pros

Algunos aspectos de los castigos basados en la escritura pueden ser beneficiosos para su hijo. Los ejercicios de escritura de frases fomentan la motricidad fina y proporcionan práctica con la ortografía y la caligrafía. Cuando un padre hace que un niño se siente en un área tranquila y escriba como castigo, su enfoque y atención se ocupan de una manera que puede prevenir los arrebatos de ira, las rabietas y otros comportamientos erróneos que resultan del aburrimiento o la inquietud durante los tiempos muertos no estructurados.

Contra

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Si los castigos de escritura no están bien estructurados o se utilizan repetidamente, pueden enviar y reforzar mensajes negativos sobre la escritura. Su hijo puede empezar a asociar la escritura con el castigo, lo que puede dificultar su motivación y entusiasmo por la escritura escolar. También puede dejar de ver la escritura como una forma de comunicación liberadora y expresiva y, en cambio, ver la escritura como un «trabajo» insatisfactorio. Según la Evaluación Nacional del Progreso Educativo: Escritura 2011, y según informa el «Orange County Register», casi el 75 por ciento de los estudiantes de EE.UU. tienen habilidades de escritura por debajo de lo esperado. Los niños a los que se les hace escribir frases repetidamente no están aprendiendo a desarrollar su lenguaje escrito, sino que simplemente están copiando letras y palabras para un objetivo de escritura sin sentido que no incluye la construcción y expresión de ideas a través de las palabras, y lo hacen a regañadientes, lo que puede reforzar su reticencia a escribir con otros fines. Por último, intentar reforzar el buen comportamiento -haciendo que su hijo escriba «me acordaré de guardar mis juguetes cuando termine de jugar», por ejemplo- es sencillamente ineficaz, según la Red Internacional de Atención a la Infancia y a la Juventud.

Ideas

Si decide imponer un castigo basado en la escritura, estructure la actividad de escritura para proporcionar un propósito, una expresión personal y una elección en la escritura para su hijo. En lugar de exigirle que escriba una cantidad determinada de frases o un número específico de palabras, proporciónele una lista de temas relevantes entre los que pueda elegir. Asegúrate de que los temas reflejan el mal comportamiento, pero también fomenta la reflexión y la expresión personal. Por ejemplo, «¿Cómo podría haber gestionado mejor mi ira?» o «¿Cómo me sentiría si alguien rompiera mi juguete?». Fíjese en el contenido del escrito a la hora de determinar lo que es suficiente en lugar de la longitud de las páginas, la calidad de la gramática o el recuento de palabras: el escrito debe ser reflexivo, expresivo y descriptivo.

Alternativas

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Considere otras formas de castigo más eficaces en lugar de los ejercicios de escritura. La pérdida de privilegios es una forma de disuadir el mal comportamiento. Otra idea es aplicar un castigo de restitución, que anima a los niños a responsabilizarse de las malas acciones y a rectificar sus errores arreglando o sustituyendo los objetos rotos o dañados.