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Nadie le dirá cuánto tiempo debe trabajar cada día, así que yo lo haré

He aquí un hecho bien investigado de la vida. Cuanto más trabajes, menos productivo serás. El secreto es trabajar de forma más inteligente y tomar muchos descansos.

Veamos la investigación para ver si esto es realmente cierto. Una empresa de redes sociales probó su nueva aplicación llamada Desk Time. ¿Adivina qué? El 10% de las personas más productivas ni siquiera trabajaban 8 horas al día. ¿Su receta para el éxito? Hacían descansos regulares de 17 minutos por cada 52 minutos de trabajo.

Un estudio de la Universidad de Toronto mostró resultados muy similares. El líder del estudio, John Trougakos, dice:

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«Todos los esfuerzos por controlar el comportamiento, por rendir y por concentrarse recurren a esa reserva de energía psicológica. Una vez que esa fuente de energía se agota, nos volvemos menos eficaces en todo lo que hacemos»

Nuestros cerebros no están diseñados para largas e intensas horas de concentración. Trabaja intensamente durante breves periodos y luego descansa.

Pero el trabajo de 52 minutos y el descanso de 17 minutos puede que no te funcione. El secreto es, por supuesto, tomar los descansos cuando sientas que los necesitas. Interrumpir la concentración siguiendo un reloj puede arruinar el tren de pensamiento. Si estoy en racha y produciendo un buen trabajo, quiero continuar, así que un descanso podría ser contraproducente.

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Puede que no funcione si estás tratando con clientes inquietos que están esperando en la cola para ser atendidos. Este principio puede funcionar mejor para tareas sin sentido y repetitivas que no requieren un alto nivel de concentración. Pero, sin duda, merece la pena experimentar con esto y ver cómo puedes reducir realmente el número de horas de trabajo y trabajar de forma más inteligente. Aquí tienes 7 sugerencias prácticas para que puedas hacerlo.

No dejes que el presentismo se apodere de tu vida.

Todos hemos oído hablar del absentismo, pero ¿qué pasa con el presentismo? Has terminado todas las tareas del día, pero te sientes obligado a quedarte en tu mesa. Acabas trabajando más horas de las que realmente necesitas. Si tienes la libertad de elegir, vete a casa. Allí te esperan muchas cosas. Puedes relajarte y pasar tiempo con la familia o con tu pareja. Cuando vuelvas al trabajo al día siguiente, es mucho más probable que hagas un trabajo más creativo y rápido. Tu cuerpo y tu cerebro necesitan recargarse.

Intenta trabajar menos horas con muchos descansos.

Puede ser el momento de experimentar. Larry Page, de Google, quiere abolir la semana laboral de 40 horas. El gobierno sueco introdujo una jornada laboral de seis horas como experimento en la ciudad de Gotemburgo el pasado mes de abril. El grupo de prueba trabajará seis horas diarias, mientras que el grupo de control trabajará las 8 horas estándar. Ambos grupos cobrarán lo mismo. ¿Reducirá el absentismo y aumentará la productividad? Todavía estamos esperando los resultados, ya que lo van a dejar correr durante un año.

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Aprende a decir que no.

Deja de regalar tu tiempo cuando veas que estás desbordado. El abanico de peticiones de ayuda, colaboración, invitaciones y reuniones parece no tener fin y si ves que tu trabajo real se está quedando atrás, entonces es el momento de hacer un alto. El mejor consejo que he encontrado en este caso es tomarse un tiempo antes de responder. Es más probable que digas que no y te ahorrará toneladas de tiempo y energía cuando digas que sí y tengas que dar marcha atrás después. Recuerda que «no» es una frase completa.

Los descansos son más productivos de lo que crees.

Si crees que tu mente se desconecta por completo mientras das una vuelta a la manzana o tomas un café, te equivocas. Es en estos momentos de relajación cuando la mente puede producir algunas ideas muy creativas. No es una pérdida de tiempo. Albert Einstein, cuando le preguntaron cómo se le ocurrió la idea de la relatividad, dijo:

«Se me ocurrió mientras montaba en bicicleta». – Albert Einstein

Establezca plazos realistas.

Hay muchos estudios que demuestran que la gente suele trabajar mejor cuando hay restricciones de tiempo. De hecho, la presión para completar las tareas dentro de un plazo puede dar resultados fructíferos, si la persona lo ve como un reto. Si, por el contrario, lo ve como una amenaza, puede ser contraproducente tener un plazo difícil de cumplir. Tienes que decidir cómo reaccionas ante los plazos y establecerlos en consecuencia.

6. No te pases con los descansos.

Tienes que encontrar el equilibrio adecuado porque tener demasiados descansos puede ser un aliado de la procrastinación. ¡No puedo hacer eso ahora ya que tengo que hacer un descanso! Si esto se lleva a su conclusión lógica, se trabajará muy poco.

No te olvides de tu cuerpo.

Desconectar para hacer una pausa puede implicar una siesta, un paseo o revisar tu estado en Facebook. Google fue una de las primeras empresas importantes en introducir salas de siesta para ayudar a los empleados a recargar la mente y el cuerpo. Si no tienes la suerte de trabajar en una de estas empresas, puede que tengas que conformarte con dar un paseo, estirarte o hacer otra cosa para dar un descanso a tus muñecas, brazos y dedos. Puede evitar la bastante dolorosa RSI (lesión por esfuerzo repetitivo) utilizando un software como Workrave, que le avisará con una alarma para indicarle cuándo debe levantarse y moverse.

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