Si la marca de lencería de moda Victoria’s Secret puede irrumpir con éxito en el mercado de la lencería en China es una cuestión abierta, pero su próximo desfile anual, que la marca ha anunciado que tendrá lugar en Shanghái el 28 de noviembre (su primer desfile en China), está llamado a ser un éxito entre los consumidores chinos.

Las entradas para el evento, al que sólo se puede acceder por invitación, se están vendiendo en la mayor plataforma de comercio electrónico de China, Taobao, según el medio de comunicación nacional Sohu. Los precios comienzan en 90.000 yuanes (unos 13.700 dólares), lo que podría, en la alternativa, conseguir varios bolsos de diseño de lujo en la plataforma. La siguiente imagen muestra que la invitación al evento se enviará desde Estados Unidos a China. Este vendedor tiene seis entradas.

Foto: Captura de pantalla de Taobao

Cuando se contactó con la marca para que comentara, ésta dijo a Sohu que la asistencia al espectáculo es sólo por invitación. Por lo tanto, no hay entradas disponibles al público.

La autenticidad de estas entradas no es verificable, pero la venta demuestra el entusiasmo de los chinos por el desfile de Victoria’s Secret entre los consumidores chinos. Su popularidad también es evidente en las redes sociales. En las últimas semanas, la comunidad online del país ha mantenido acalorados debates sobre la selección de supermodelos. Cuando los blogueros de moda publicaron en Weibo que rostros conocidos, como Liu Wen, Ming Xi, He Sui y Ju Xiaowen, volverían a pavonearse en la pasarela de Victoria’s Secret, los fans de Internet se alegraron.

La comunidad de Weibo también está en ebullición por la decisión de incluir a Bella y Gigi Hadid en el desfile de Shanghái. Algunos fans chinos protestan por la aparición de las dos modelos porque las hermanas fueron pilladas en Instagram burlándose de los asiáticos.

En el momento de la publicación, el tema «2017 Victoria’s Secret Shanghai Fashion Show» había alcanzado 70 millones de visitas en Weibo.

Durante el último año, Victoria’s Secret ha intensificado gradualmente sus esfuerzos para sacar provecho de los consumidores chinos, ya que el crecimiento de su tradicional mercado occidental ha decaído. En mayo de este año, la empresa matriz de la marca, L Brand, informó de una pérdida del siete por ciento de las ventas netas, hasta los 2.400 millones de dólares, frente a los 2.600 millones del año anterior. Los ingresos netos de la marca también se redujeron drásticamente. Cayó un 38 por ciento respecto al año anterior, hasta los 941 millones de dólares.

China, por su parte, es un mercado lucrativo en el que Victoria’s Secret ve mucho potencial. Según datos oficiales del Consejo Nacional de la Industria Textil de China, las ventas en el mercado de la lencería en China alcanzaron los 100.000 millones de yuanes en 2016, y el tamaño del mercado superó los 60.000 millones de yuanes.

El desfile anual de Victoria’s Secret se ha convertido en el arma secreta de la marca para comercializar con los consumidores chinos. En 2016, la marca puso un número récord de cuatro modelos chinas en su pasarela, y el tema del espectáculo rindió homenaje a la cultura tradicional china. Aunque el desfile fue criticado por tener elementos de apropiación cultural (una de las modelos, Elsa Hosk, fue enviada a la pasarela con un dragón en la espalda), el espectáculo siguió atrayendo a muchos espectadores e inspiró muchos debates entre sus fans chinos.

Este año, la marca ha seguido apostando por su desfile como tarjeta de presentación para llegar a un número aún mayor de consumidores chinos y atraer las ventas a su recién creada tienda insignia en Shanghái. Además de acoger el desfile en Shanghái, contará con más modelos chinas. Todavía está por ver si el revuelo en las redes sociales sobre el desfile se traduce realmente en ventas. Después de todo, la cultura de la lencería sigue siendo muy diferente en China que en Occidente.