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La razón por la que los perros ladran al cartero

¡Todo perro quiere ser el dueño de sus dominios! Y todos los días (excepto el domingo) a los ojos de su perro, un intruso llega a su casa y trata de entrar. Agradecido por ti y por tus pertenencias, tu valiente perro ahuyenta cada día a ese intruso. ¿Quién es este intruso misterioso? El cartero, por supuesto.

¿Pero se ha preguntado alguna vez por qué los perros ladran siempre al cartero? Va más allá del peligro de los extraños!

Reforzamiento

Verás, las cosas que hacen que tu perro se sienta bien (reforzadores) hacen que los comportamientos sean más fuertes. Por ejemplo, tu perro se sienta a tus pies mientras comes porque aquella vez dejaste caer un sabroso bocado al suelo, así que aprendió a esperar allí por si vuelve a ocurrir. Y aunque tendemos a pensar que los reforzadores son golosinas, juguetes o afecto, un reforzador en el que no solemos pensar es cuando se retira algo amenazante de una situación.

Tal es el caso del cartero. Cada día, el espacio de su perro se ve amenazado por el cartero, lo que lleva a Fido a ladrar y a volverse loco en la puerta en un intento de ahuyentar la amenaza. El cartero se va porque ha terminado de repartir el correo, pero su perro piensa que ha hecho que el cartero se vaya, ¡y eso es una gran sensación! El comportamiento de ladrido se fortalece, o se refuerza, cada vez que la amenaza se va, por lo que Fido sigue salvando a su familia todos los días a la hora del correo.

Aunque este comportamiento es generalmente inofensivo (y algo adorable), algunos perros pueden ser muy sensibles a él, hasta el punto de tener problemas de comportamiento o arrebatos agresivos cuando cualquier persona llama a la puerta, no sólo el cartero.

¿Cómo puede detener este comportamiento?

Entonces, ¿qué puede hacer para detenerlo? Un poco de entrenamiento básico es muy útil.

¡Sea proactivo! Si sabe a qué hora suele venir su cartero, planifique las sesiones de adiestramiento en torno a esa hora. Lleve a su perro con la correa y practique los movimientos de sentarse, quedarse quieto y callarse cuando el cartero esté cerca. Si establece una situación controlada y trabaja en ella, tendrá más posibilidades de que su perro siga sus indicaciones la próxima vez que aparezca un «intruso sorpresa».

Enséñele a su perro a «ir a su sitio», o a encontrar una cama, jaula o colchoneta a la orden, y a permanecer allí hasta que le suelten. De esta manera, si su perro está cargando la puerta cuando usted va a buscar un paquete, puede indicarle que «vaya a su lugar»‘ hasta que lo traiga. De nuevo, recuerde que debe practicar primero en situaciones que no le distraigan. Si su perro está demasiado excitado para trabajar con la distracción, usted no estará mejor. Reduzca el nivel de distracción y trabaje hasta que su perro pueda manejarlo.