Michelle Obama es más conocida como la ex Primera Dama de Estados Unidos, pero mucho antes de convertirse en la esposa del primer presidente afroamericano de Estados Unidos, esta mujer fuerte e inspiradora estaba cambiando el mundo.

Con su historial de tomar medidas prácticas para realizar cambios sociales, y en particular su objetivo de empoderar a las mujeres, se ha convertido en un modelo a seguir para muchas personas.

Apoyo familiar
Antes de conocer a Barack Obama, Michelle crecía en el lado sur de Chicago, donde nació en 1964. Su familia hacía hincapié en la importancia de la educación y Michelle destacó en la escuela, llegando a asistir a la Universidad de Princeton.

Continuó su formación en la Facultad de Derecho de Harvard, donde participó en manifestaciones para pedir más estudiantes y profesores pertenecientes a minorías. Mientras trabajaba en el bufete de abogados Sidley Austin de Chicago en 1989, conoció a su futuro marido. Antes de casarse en 1992, Michelle se dedicó al servicio público.

Comenzó como comisionada adjunta de planificación y desarrollo en el Ayuntamiento de Chicago, y finalmente se convirtió en vicepresidenta de asuntos comunitarios y externos del Centro Médico de la Universidad de Chicago.

Ha pasado toda su carrera comprometiéndose con los jóvenes, al tiempo que mejoraba la comunidad en la que creció.

Mujer revolucionaria
Como mujer verdaderamente moderna y revolucionaria, que ha defendido una multitud de causas importantes a lo largo de su vida, ha fomentado una mejor educación para las niñas, la igualdad de derechos, una vida sana y más ayuda para las familias que viven en la pobreza.

Su propio currículum es bastante impresionante: Primera Dama, abogada, autora de un bestseller de sus memorias (llamado «Becoming»), icono de estilo y madre. Cuando Barack Obama fue elegido Presidente de Estados Unidos en 2008, el activismo de Michelle se convirtió en una plataforma internacional.

En 2010, como Primera Dama, Michelle puso en marcha su iniciativa Let’s Move (Muévete), destinada a abordar el problema de la obesidad infantil que afecta a Estados Unidos. Instó a los niños a tomar decisiones saludables e hizo campaña para que las empresas y las escuelas ofrecieran opciones de alimentación más sanas.

Inspirando el éxito
Michelle y la segunda dama, Jill Biden, lanzaron otra iniciativa, Joining Forces, en 2011. Apoyaba a los miembros de las fuerzas armadas, los veteranos y sus familias. Ofrecía oportunidades de educación, bienestar y empleo para ayudarles a tener éxito en la vida.

Michelle se centró en la educación en 2014, inspirando a los niños a tener éxito académico. Utilizó su propia crianza para mostrar lo que esto podía lograr, diciendo a los partidarios de su iniciativa Reach Higher: «Soy un ejemplo de lo que es posible cuando las niñas, desde el principio de sus vidas, son amadas y nutridas por las personas que las rodean.»

Instó a los jóvenes a continuar su educación más allá de la secundaria, dándose a sí mismos las herramientas para decidir cómo seguir su camino elegido de la mejor manera posible.

Educación de las niñas
En 2015, ella y Barack lanzaron Let Girls Learn (Dejemos que las niñas aprendan), animando a las niñas a permanecer en la escuela y pidiendo al gobierno que haga una mayor inversión en su educación. «Ningún país puede florecer de verdad si ahoga el potencial de sus mujeres y se priva de las contribuciones de la mitad de sus ciudadanos», dijo.

Apelando directamente a las niñas y las jóvenes, Michelle les dijo: «No queréis estar con un chico que sea demasiado estúpido para apreciar a una joven inteligente. No hay ningún chico que sea lo suficientemente guapo, o lo suficientemente interesante, para impedir que recibas tu educación».

En su discurso de despedida presidencial, su marido describió públicamente a Michelle como alguien que lo ha hecho todo con «gracia, garra, estilo y buen humor». Todo lo que hace lo hace con pasión, desde acabar con los estereotipos hasta eliminar las barreras para la educación de las niñas.

Incluso hizo una aparición como invitada en los premios Grammy, mientras que su libro llegó al primer puesto de la lista de los más vendidos del New York Times. No hay nada que no pueda hacer y sigue inspirando a la gente con su actitud positiva.

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