Modo de aumentar la eficacia con la tecnología de rayos X

La tecnología del detector de metales se basa en la perturbación causada por las propiedades conductoras y magnéticas del metal. Normalmente, los cabezales de los detectores de metales son muy compactos y pueden colocarse incluso en la parte superior de la línea de producción, pero el campo magnético requiere varios metros de espacio libre de metal alrededor del detector de metales. Esto consume mucho espacio valioso de la línea de producción. Los detectores de metales también pueden tener funciones de recuento de productos basadas, por ejemplo, en simples fotosensores, que pueden aportar cierto valor añadido al productor de alimentos.

Por otro lado, la tecnología de rayos X se basa en la inspección de los diferenciales de densidad. Esto permite al sistema detectar también otros contaminantes además de los metálicos. Estos contaminantes pueden ser vidrio, piedras o plásticos de alta densidad. Como la detección se basa en la densidad, el sistema de inspección por rayos X es capaz de detectar contaminantes metálicos mucho más pequeños que un detector de metales y, al mismo tiempo, detectar otros tipos de contaminantes.

Por ejemplo, el acero inoxidable (SUS316) tiene una densidad de 8,027g/cm3 (es decir, unas ocho veces la densidad del agua), lo que hace que el sistema de rayos X pueda detectar fácilmente incluso pequeños trozos de acero inoxidable, ferrosos y no ferrosos. En muchos casos, el contaminante más pequeño que un sistema de rayos X es capaz de detectar es incluso inferior a 1 mm de tamaño.