Al igual que con Homero, se han acumulado tradiciones legendarias en torno a Hesíodo, aunque disponemos al menos de algunos detalles biográficos por referencias en sus propias obras. Su padre procedía de Cyme, en Aeolis, (actual Turquía occidental), pero cruzó el mar para establecerse en una pequeña aldea de Beocia, al pie del monte Helicón, en Grecia.

De joven, trabajó como pastor en las montañas, y luego, cuando su padre murió, como pequeño agricultor que trabajaba la tierra dura. Hesíodo afirmó haber recibido el don de la inspiración poética de las propias Musas (que tradicionalmente vivían en el monte Helicón) mientras un día estaba cuidando ovejas. Tras perder un pleito con su hermano Perses por el reparto de las tierras de su padre, abandonó su tierra natal y se trasladó a la región de Naupactus, en el Golfo de Corinto.

Las fechas de Hesíodo son inciertas, pero los principales estudiosos coinciden en señalar que vivió en la segunda mitad del siglo VIII a.C., probablemente poco después de Homero. Se cree que sus principales obras fueron escritas alrededor del año 700 a.C. Diferentes tradiciones sobre la muerte de Hesíodo le atribuyen la muerte en el templo de Zeus Nemeo en Locris, asesinado por los hijos de su anfitrión en Oeneon, o en Orchomenus en Beocia.

De las muchas obras atribuidas en la antigüedad a Hesíodo, tres sobreviven en forma completa («Los trabajos y los días», «Teogonía» y «El escudo de Heracles») y muchas más en estado fragmentario. Sin embargo, la mayoría de los estudiosos consideran ahora «El Escudo de Heracles» y la mayoría de los otros fragmentos poéticos que se le atribuyen como ejemplos posteriores de la tradición poética a la que pertenecía Hesíodo, y no como obra del propio Hesíodo.

A diferencia de la poesía épica de Homero, que escribía desde el punto de vista de los ricos y la nobleza, «Los trabajos y los días» está escrito desde el punto de vista del pequeño agricultor independiente, probablemente a raíz de la disputa entre Hesíodo y su hermano Perses por el reparto de las tierras de su padre. Es un poema didáctico, repleto de preceptos morales, así como de mitos y fábulas, y es en gran medida esto (más que su mérito literario) lo que hizo que fuera muy valorado por los antiguos.

Los 800 versos de «Los trabajos y los días» giran en torno a dos verdades generales: que el trabajo es la suerte universal del hombre, pero quien está dispuesto a trabajar siempre saldrá adelante. Contiene consejos y sabiduría, prescribiendo una vida de trabajo honesto (que se presenta como la fuente de todo bien) y atacando la ociosidad y los jueces injustos y la práctica de la usura. También expone las «Cinco Edades del Hombre», el primer relato existente de las sucesivas edades de la humanidad.

La «Teogonía» utiliza la misma forma épica en verso que «Los Trabajos y los Días» y, a pesar de que el tema es muy diferente, la mayoría de los estudiosos creen que las dos obras fueron escritas por el mismo hombre. Es esencialmente una síntesis a gran escala de una gran variedad de tradiciones griegas locales relativas a los dioses, y se refiere a los orígenes del mundo y de los dioses, comenzando por Caos y su progenie, Gea y Eros.

Las deidades antropomórficas más conocidas, como Zeus, sólo pasan a primer plano en la tercera generación, mucho después de los primeros poderes y los Titanes, cuando Zeus gana una lucha contra su padre y se convierte así en rey de los dioses. Según el historiador Heródoto, la narración de Hesíodo de las antiguas historias se convirtió, a pesar de las distintas tradiciones históricas, en la versión definitiva y aceptada que unía a todos los griegos en la antigüedad.

• «Trabajos y Días»
• «Teogonía»