Imagen : «Dibujo de la vulva de la vagina con punteros y números» por Fyrstinnen. Licencia: CC BY-SA 4.0

Genitales femeninos

Los órganos sexuales femeninos tienen funciones reproductivas y sexuales y se dividen en órganos sexuales internos y externos. Los genitales femeninos externos (vulva, pudendo) llegan desde el exterior hasta el himen. Algunos autores también consideran la uretra femenina como un órgano sexual femenino externo. Los aparatos urinario y genital se resumen en el término sistema genitourinario (o, sistema urogenital).

Imagen: Los nervios que inervan el sistema urinario. Por Phil Schatz, Licencia: CC BY 4.0

Los genitales femeninos internos

Los genitales internos incluyen los ovarios y oviductos emparejados (trompas de Falopio), el útero y la vagina. Las trompas de Falopio y los ovarios forman el anexo del útero.

Imagen: Ovarios, trompas uterinas y útero. Por Phil Schatz, Licencia: CC BY 4.0

La función de los ovarios

Los ovarios suministran las células germinales femeninas y producen hormonas sexuales (estrógeno y progesterona). Las fluctuaciones periódicas de la producción de hormonas son la base del ciclo femenino. El tamaño del ovario es de unos 4 x 2 x 1 cm. Después de la menopausia (climaterio), los ovarios se atrofian.

Posición de los ovarios

El ovario en forma de ciruela se encuentra intraperitonealmente en la pelvis menor (o «pelvis verdadera»), el espacio delimitado por la cintura pélvica y por debajo del borde de la pelvis, en la fosa ovárica (fossa ovarica). Se encuentra por debajo de la división de los vasos ilíacos (vasa iliaca communis) en arteria y vena ilíaca interna y externa. Se une con la fascia muscular a las siguientes estructuras adyacentes:

• El ligamentum ovarii proprium (ligamento ovárico) se extiende hasta el cuerpo uterino.
• El ligamentum suspensorium ovarii, ligamento a la pared pélvica que contiene los vasos ováricos, incluida la arteria ovárica.
• El mesovario está unido dorsalmente al ligamentum latum uteri (ligamento ancho). El ovario está situado dorsalmente al ligamento ancho y está unido a él a través de su pliegue peritoneal.

Las trompas uterinas

Imagen: Sistema reproductor femenino. Por BruceBlaus, Licencia: CC BY 3.0

La tuba uterina (también salpinx) atrapa el óvulo que sale del ovario durante la ovulación. El óvulo puede ser fecundado en el salpinx y ser transportado al útero a través de la trompa uterina, muscular y revestida de mucosa, de unos 10-15 cm de longitud. El salpinx corre como un componente del ligamento ancho y es una estructura intraperitoneal.

El salpinx se divide en 4 segmentos. El infundíbulo tubae uterinae (una estructura en forma de embudo) es abdominal y está abierto a la cavidad abdominal (y al ovario). En su extremo hay fimbrias muy móviles. La ampolla del salpinx (parte ancha) está unida al infundíbulo. Aquí el ovario es fecundado por el espermatozoide. Le sigue el istmo tubae uterinae (parte estrecha). Por último, la pars uterina se encuentra en la pared tubular del útero. Aquí, la tuba uterina se une a la cavitas uteri (cavidad uterina).

Inflamaciones del oviducto

La inflamación de la trompa de Falopio (salpingitis), por ejemplo, causada por la clamidia, puede provocar adherencias dentro del oviducto. Una posible complicación podría ser la esterilidad, pero también podría aumentar el riesgo de un embarazo tubárico que se produce cuando el óvulo fecundado se implanta en la mucosa de la trompa. Esto también se llama embarazo extrauterino o ectópico. Supone un riesgo para la madre y, por tanto, debe diagnosticarse y tratarse lo antes posible.

La finalidad del útero

El útero es necesario para el desarrollo y la maduración del embrión. El óvulo fecundado se adhiere a la capa interna (endometrio) del útero y se convierte en un embrión. Al final del embarazo, el útero también es responsable de la expulsión del recién nacido (nacimiento). De ello se encarga la musculatura uterina (miometrio).

Estructura del útero y ubicación en la pelvis

El útero, que está recubierto de peritoneo, se sitúa dorsalmente a la vejiga urinaria. Su forma se asemeja a la de una pera puesta al revés y el extremo ancho de la pera forma el fondo. El útero mide unos 7-9 cm de largo, pero crece hasta 10 veces su tamaño durante el embarazo. El cuerpo uterino se encuentra entre el fondo y el cuello uterino. En la transición del cuello uterino al cuerpo, hay un estrechamiento, el istmo uterino.

La porción del cuello uterino situada entre el istmo y el comienzo de la pared vaginal se denomina portio supravaginalis cervicis. La parte del cuello uterino que se prolonga en la vagina forma la portio vaginalis cervicis.

El recto está situado dorsalmente al útero. Entre el útero y el recto se encuentra el espacio rectovaginal, también conocido como bolsa de Douglas. En posición de pie, la bolsa de Douglas es el hueco más bajo del peritoneo, un lugar en el que frecuentemente se acumulan abscesos y sangre. El examen ecográfico de la pelvis no está completo sin una investigación de la bolsa de Douglas. La bolsa vesicouterina (o bolsa uterovesical de Meiring) es una segunda bolsa, pero menos profunda. Está situado entre la vejiga urinaria y el útero.

Anteflexión y anteversión del útero

En la fisiología normal, el ángulo entre los ejes de la vagina y el eje del cuello uterino asciende a unos 100° y se denomina anteversión. Entre el cuello uterino y el cuerpo del útero puede haber otra anteversión, que se denomina anteflexión. En las mujeres de edad avanzada con ligamentos estirados por partos múltiples, puede haber una patología común en la que el útero se inclina hacia atrás en la pelvis y queda en posición dorsal. Esto se denomina retroversión y retroflexión, lo que puede provocar un mayor riesgo de prolapso uterino o vesical.

Útero: ligamento ancho

El útero está unido a la pelvis por varios ligamentos, que son un tema frecuente en las pruebas y exámenes.

El ligamento ancho (ligamentum latum) consiste en una duplicación del peritoneo y va desde el útero hasta la pared pélvica lateral. Contiene las trompas de Falopio y puede dividirse en las siguientes partes:

• Mesometrio (parte del ligamento del útero)
• Mesosalpinx (parte del ligamento de la trompa)
• Mesovario (ligamento al ovario)

El ligamento redondo (ligamentum teres) va desde la unión trompa-útero, donde el salpinx llega al útero, a través del canal inguinal hasta los labios mayores. Sólo tiene una función estabilizadora. Su estructura se corresponde con el conducto deferente masculino.

Más ligamentos de los genitales femeninos

El ligamento cardinal (también: lig. transversum cervicis) consiste en la fascia transversalis que conecta el cuello uterino con la pared pélvica. Se encuentra en la base del ligamento ancho y proporciona el soporte principal para el útero y el cuello uterino.
Se une al cuello uterino y se extiende lateralmente, conectando con la fascia endopélvica.

Imagen: Útero y ligamento ancho derecho, vistos desde atrás. Por Henry Vandyke Carter, Licencia: Dominio público

Suministro vascular del útero y el ovario

El útero es suministrado por la arteria uterina, una rama de la arteria ilíaca interna. Está situada en el ligamento ancho y es atravesada por el uréter que corre retroperitonealmente. La arteria uterina lleva ramas tubáricas a las trompas de Falopio y ramas ováricas al ovario. Esta última se anastomosa aquí con la arteria ovárica, que se origina en la aorta a nivel de la 2ª vértebra lumbar.

El plexo venoso del útero y la vagina drenan el útero en la vena uterina y de ahí en la vena ilíaca interna. La vena ovárica derecha drena directamente en la vena cava inferior, mientras que la vena ovárica izquierda drena en la vena renal izquierda.

Función y localización de la vagina

La vagina consiste en un tubo muscular muy elástico que está revestido de una membrana mucosa. Es la conexión con el útero y es necesaria para recibir el pene y los espermatozoides. Además, es el canal de parto.

A través de la protuberancia de la portio vaginalis cervicis uterina en la vagina, el fornix vaginae, la cúpula vaginal, emerge en el extremo superior de la vagina. In situ, la pared anterior y la pared posterior están muy juntas, de modo que en la sección transversal hay un lumen en forma de H. La vagina está firmemente unida a la uretra, que está situada ventralmente a ella.

La mucosa de la vagina

La mucosa de la vagina presenta muchos pliegues transversales así como un toro longitudinal en la parte anterior y posterior. La membrana mucosa de la vagina no contiene glándulas. En su lugar, está humedecida por la secreción del epitelio descamado y el transudado capilar. Las bacterias que producen ácido hidroxipropiónico (flora de Döderlein) proporcionan un entorno ácido con un valor de pH de alrededor de 4, que es una protección natural contra los patógenos.

Los genitales externos de la mujer

La vulva (también pudendum femininum) y la uretra femenina (urethra feminina) se denominan órganos sexuales externos. Empezando por el monte de Venus (monte púbico), los labios mayores (labia majora pudendi) abarcan la hendidura pudenda (rima pudendi) y terminan hacia el ano. El ligamentum teres uteri, que ocupa el canal inguinal en las mujeres, termina en los labios mayores.

Los labios internos (labia minora pudendi) confinan el vestíbulo vaginal (vestibulum vaginae). La uretra, la vagina y las glándulas vestibulares mayores y menores terminan en la profundidad del vestíbulo.

Imagen: La vulva. Por Phil Schatz, Licencia: CC BY 4.0

Las glándulas vestibulares vaginales

Las numerosas glándulas vestibulares menores humedecen el introito vaginal con su secreción. Las glándulas vestibulares mayores (glándulas de Bartolino), del tamaño de un guisante, están dispuestas en pares y terminan en el interior de los labios menores. Su secreción también humedece el ostium vaginae. La inflamación de las glándulas (Bartholinitis) puede provocar una hinchazón dolorosa de los labios mayores.

El clítoris

El clítoris es el órgano eréctil de la mujer. Surge de la unión de los 2 cuerpos cavernosos clitoridis (cuerpo cavernoso) que surgen como crura clitoridis del hueso púbico y se unen como cuerpo clitoridis.

Los bulbos vestibulares, bulbi vestibuli, se encuentran en la pared interior del vestibulum vaginae y se denominan glans clitoridis (glande del clítoris) en la parte delantera.

El clítoris es la analogía femenina del pene, pero no tiene conexión con la uretra, que discurre de forma independiente en la parte superior de la parte anterior del vestíbulo.

La irrigación arterial de los genitales externos se realiza mediante ramas de la arteria pudenda interna.

La función de la uretra femenina

La uretra femenina (urethra feminina) es el último de los conductos urinarios. El sistema urinario está compuesto por los riñones, la pelvis renal, el uréter, la vejiga urinaria y la uretra. La uretra va desde la vejiga urinaria hasta el orificio externo del tracto urinario.

Las uretras femenina y masculina funcionan de forma diferente. Mientras que la uretra masculina funciona tanto para el transporte de la orina como para la eyaculación de los espermatozoides, la uretra femenina sólo se encarga del transporte de la orina y termina independientemente de la vagina en el vestíbulo vaginal.

Localización y estructura de la uretra femenina

La uretra femenina comienza en la vejiga urinaria con el ostium urethrae internum y termina con el ostium urethrae externum en el vestíbulo vaginal (vestibulum vaginae) detrás del glande del clítoris. Está fijada al tejido conjuntivo de la vagina sin movilidad.

La pared uretral consta de 2 capas. La mucosa de la túnica interna pasa de ser el urotelio de la vejiga urinaria a un epitelio escamoso no cornificado de varias capas del vestíbulo vaginal. Las glandulas uretrales producen moco. Externamente, se encuentra la túnica muscular con haces de músculos lisos dispuestos longitudinal y circularmente.

Con su longitud de unos 3-5 cm, la uretra femenina es mucho más corta que la masculina. Esto facilita la inserción de una sonda transuretral, pero también tiene desventajas: el corto recorrido permite que los agentes inflamatorios lleguen a la vejiga y causen cistitis o pielonefritis. Especialmente en el caso de los niños pequeños, es importante cuidar la limpieza para evitar que los restos de heces lleguen a la vagina.