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El sorprendente tratamiento que cura las picaduras de mosquito hinchadas y que pican

Hace poco tiempo, mi novio y yo fuimos a la República Dominicana a visitar a su familia. Yo estaba preparada para la humedad, el español acelerado y las interminables raciones de plátanos, pero no estaba preparada para las hordas de mosquitos. «Pican más a los extranjeros que a los nativos», me advirtió mi novio, y tenía razón. Después de una sola noche (¡a pesar de dormir bajo un toldo con red!), mis piernas estaban cubiertas de enormes manchas que eran casi imposibles de resistir a la picazón.

Después de ver todas mis picaduras, la madre de mi novio me pasó un bote de Vicks VapoRub (25 dólares el paquete de 2), jurando que las curaría. Yo era bastante aprensiva. Parece que soy especialmente sensible a los mosquitos, porque cada una de mis picaduras se convierte en una roncha del tamaño de un cuarto que estropea mi piel durante más de una semana. Pero probé el remedio en algunas manchas, sobre todo por respeto a mi posible suegra. Para mi gran sorpresa, no sólo se calmó rápidamente el picor, sino que cada roncha desapareció en pocos días. Resulta que el producto se utiliza para muchas dolencias en la RD, incluyendo dolores de cabeza, fiebres, hongos en las uñas de los pies, y más. (Me recordó mucho al Windex en My Big Fat Greek Wedding.)

Según el dermatólogo de la ciudad de Nueva York, Dr. Neal Schultz, presentador de DermTV.com y creador de BeautyRx by Dr. Schultz, hay una ciencia sólida detrás de este remedio homeopático. «Tres de los ingredientes (mentol, alcanfor y timol) son analgésicos tópicos», explicó. «Crean una sensación de frescor y detienen el picor».

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El VapoRub también se encargó de aplanar cada picadura, gracias al aceite de nuez moscada de la fórmula. Este aceite esencial tiene propiedades antiinflamatorias, así como beneficios para aliviar el dolor y reducir el enrojecimiento. (Por último, el aceite de hoja de cedro de Vicks actúa como repelente natural de mosquitos. A veces, las madres son las que mejor saben; nunca más me iré de vacaciones tropicales sin guardar un frasco en mi maleta.