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Cómo saber si la gripe de un niño se vuelve grave

Cuando esto ocurre, el tiempo es esencial; una fiebre persistente o recurrente puede significar que el niño ha desarrollado una complicación como la neumonía o una respuesta inflamatoria peligrosa, y los padres deben buscar atención médica inmediata.

Los padres también deben estar atentos a la sepsis, una complicación potencialmente mortal causada por el ataque abrumador del cuerpo contra una infección. Esta afección se caracteriza por fiebre o escalofríos, dolor o malestar extremo, piel húmeda o sudorosa, confusión o desorientación, dificultad para respirar y frecuencia cardíaca elevada.

«El truco de la gripe es que se produce muy rápidamente», afirma la Dra. Flor M. Muñoz, profesora asociada de pediatría y enfermedades infecciosas del Baylor College of Medicine de Houston. «Hay que prestar mucha atención. Las cosas pueden progresar en 48 horas más o menos».

Los síntomas que exigen atención médica inmediata son si la respiración del niño se vuelve dificultosa, y está respirando rápido y superficialmente o siente dolor o presión en el pecho; si los labios del niño se vuelven azules o morados; si está menos receptivo de lo habitual; si la piel del niño se vuelve húmeda; o si el niño se niega a comer o beber o tiene diarrea y está vomitando, lo que aumenta el riesgo de deshidratación.

En general, si un niño está especialmente irritable, duerme demasiado, parece confuso, mareado o no está mentalmente alerta, y no actúa como de costumbre, los padres deben buscar ayuda médica. Los vómitos intensos y las convulsiones también son signos de peligro.

Preocupaciones de los bebés y niños pequeños

En el caso de los niños menores de 2 años, los padres deben estar atentos para asegurarse de que el niño ingiere suficientes líquidos y vigilar si la orina adquiere un color oscuro, un signo de deshidratación que requiere atención médica inmediata. Otros síntomas a los que hay que prestar atención en los bebés son la dificultad para respirar, la incapacidad para comer, un número de pañales significativamente menor de lo normal y el llanto sin producción de lágrimas.

El ibuprofeno o el paracetamol pueden utilizarse en niños mayores, pero el paracetamol es el fármaco preferido para la fiebre en los bebés. Debe utilizarse sólo en dosis adecuadas, según las instrucciones del envase (la aspirina nunca debe utilizarse en niños).