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¿Cómo evitar las manchas de vino tinto en los labios y los dientes?

El problema del vino tinto es que es realmente evidente cuando se bebe. De hecho, ¿quién no se ha visto nunca en una situación de manchas desagradables en los labios y los dientes? He aquí algunas maneras de evitar tener que ir al baño cada 5 minutos para comprobar el estado de tu boca y para que puedas ligar sin privarte de tu copa de vino (a veces vital en este tipo de situaciones).

Aléjate de los «grandes tintos que manchan»

Si tienes el privilegio de elegir el vino de la carta, tienes que conocer un consejo perfecto para limitar los riesgos de los repulsivos labios morados y los dientes negros: elige un vino bajo en taninos. Porque el tanino, es decir, la sustancia que se encuentra en la piel de la uva, es de hecho responsable de la decoloración de los dientes. Elegir un vino ligero y afrutado, como un Gamay del Loira o del Beaujolais o un Pinot Noir de Borgoña es, por tanto, una apuesta segura. Si tiene dudas y está en el restaurante, no dude en pedir al sumiller que le sirva este tipo de vino. Si compra su vino en una tienda de vinos o en Internet, normalmente tendrá toda la información sobre la estructura del vino y su contenido en taninos. Sin embargo, si se encuentra en una situación en la que no puede decidirse sobre qué vino elegir, ¡lea el resto de este artículo!

El bálsamo labial es su mejor amigo

Una cosa tan sencilla en la que no se piensa necesariamente antes de una noche de borrachera: mantenerse hidratado. Este consejo no sólo es esencial para evitar la famosa «resaca» al día siguiente, sino que también se aplica a los labios. Así que intenta recordar siempre tener un bálsamo labial en el bolsillo y piensa en aplicártelo en los labios al menos tres veces a lo largo de la noche: antes, durante y después de beber. Esto debería limitar seriamente los riesgos de ver esas horribles manchitas púrpuras de vino alrededor de tus labios.

¿Y tus dientes?

El bálsamo labial está muy bien pero no resuelve el problema de los dientes. Y hay que decir que las manchas rojas sobre el blanco tampoco es muy sexy, ¡es incluso peor! Así que de nuevo hay que tener el reflejo adecuado: beber agua antes y después. Si eso no funciona lo suficientemente bien, prueba con una rodaja de limón o bebiendo agua con gas. También puedes frotarte los dientes con azúcar (o miel si estás en casa) diluida con un poco de agua. Por último, para evitar cualquier riesgo de manchas persistentes al día siguiente, recuerde cepillarse los dientes antes de acostarse.

Si a pesar de todos estos consejos, el vino tinto sigue provocándole la boca roja, tal vez sea más prudente cambiar al vino blanco. O también podría probar las Wine Wipes, toallitas americanas diseñadas específicamente para eliminar las manchas de vino de los labios y los dientes…