Xilocaína 1% (10mg/mL)
PRECAUCIONES
Generalidades
La seguridad y eficacia del HCl de lidocaína dependen de la dosis apropiada, la técnica correcta, las precauciones adecuadas y la preparación
para las emergencias. Deben consultarse los libros de texto estándar para conocer las técnicas y precauciones específicas para los distintos procedimientos de anestesia regional.
El equipo de reanimación, el oxígeno y otros fármacos de reanimación deben estar disponibles para su uso inmediato (véanse ADVERTENCIAS y
REACCIONES ADVERSAS). Debe utilizarse la dosis más baja que dé lugar a una anestesia eficaz para evitar niveles plasmáticos elevados
y efectos adversos graves. También deben realizarse aspiraciones con jeringa antes y durante cada inyección suplementaria cuando
se utilicen técnicas de catéteres permanentes. Durante la administración de anestesia epidural, se recomienda que se administre inicialmente una dosis de prueba y que se vigile al paciente para detectar toxicidad en el sistema nervioso central y toxicidad cardiovascular, así como para detectar signos de administración intratecal no intencionada, antes de continuar. Cuando las condiciones clínicas lo permitan, debe considerarse la posibilidad de emplear soluciones anestésicas locales que contengan epinefrina para la dosis de prueba, ya que los cambios circulatorios compatibles con la epinefrina pueden servir también como señal de advertencia de una inyección intravascular no intencionada. Una inyección intravascular sigue siendo posible incluso si las
aspiraciones de sangre son negativas. Las dosis repetidas de lidocaína HCl pueden causar aumentos significativos de los niveles sanguíneos con cada dosis repetida
debido a la lenta acumulación del fármaco o de sus metabolitos. La tolerancia a los niveles sanguíneos elevados varía con el estado del paciente. Los pacientes ancianos y debilitados, los pacientes con enfermedades agudas y los niños deben recibir dosis reducidas acordes con su edad y su estado físico. El HCl de lidocaína también debe utilizarse con precaución en pacientes con shock grave o bloqueo cardíaco.
La anestesia epidural lumbar y caudal debe utilizarse con extrema precaución en personas con las siguientes condiciones: enfermedad
neurológica existente, deformidades espinales, septicemia e hipertensión grave.
Las soluciones anestésicas locales que contengan un vasoconstrictor deben utilizarse con precaución y en cantidades cuidadosamente circunscritas en zonas
del cuerpo abastecidas por arterias terminales o que tengan un suministro sanguíneo comprometido de otro modo. Los pacientes con enfermedad vascular periférica y aquellos con enfermedad vascular hipertensiva pueden mostrar una respuesta vasoconstrictora exagerada. Pueden producirse lesiones isquémicas o necrosis.
Los preparados que contienen un vasoconstrictor deben utilizarse con precaución en pacientes durante o después de la administración de potentes agentes anestésicos generales, ya que pueden producirse arritmias cardíacas en tales condiciones.
Después de cada inyección de anestesia local debe realizarse una monitorización cuidadosa y constante de los signos vitales cardiovasculares y respiratorios (adecuación de la ventilación) y del estado de consciencia del paciente. Debe tenerse en cuenta en esos momentos que la inquietud,
la ansiedad, los acúfenos, los mareos, la visión borrosa, los temblores, la depresión o la somnolencia pueden ser signos de advertencia temprana de
toxicidad del sistema nervioso central.
Dado que los anestésicos locales de tipo amida son metabolizados por el hígado, Xilocaína inyectable debe utilizarse con precaución en pacientes con
enfermedad hepática. Los pacientes con enfermedad hepática grave, debido a su incapacidad para metabolizar normalmente los anestésicos locales, tienen un mayor riesgo de desarrollar concentraciones plasmáticas tóxicas. Xilocaína inyectable también debe utilizarse con precaución en pacientes con deterioro de la función
cardiovascular, ya que pueden ser menos capaces de compensar los cambios funcionales asociados a la prolongación de la conducción A-V
producida por estos fármacos.
Muchos fármacos utilizados durante la realización de la anestesia se consideran potenciales agentes desencadenantes de hipertermia maligna familiar.
Dado que no se sabe si los anestésicos locales de tipo amida pueden desencadenar esta reacción y que la necesidad de anestesia general suplementaria no puede predecirse de antemano, se sugiere que se disponga de un protocolo estándar para el manejo de la hipertermia maligna
. Los primeros signos inexplicables de taquicardia, taquipnea, presión arterial lábil y acidosis metabólica pueden preceder a la elevación de la temperatura. El éxito depende del diagnóstico precoz, de la rápida interrupción del agente o agentes desencadenantes sospechosos y de la instauración de un tratamiento que incluya oxigenoterapia, las medidas de apoyo indicadas y dantroleno (consulte el prospecto de dantroleno sódico intravenoso antes de utilizarlo).
La técnica adecuada de torniquete, tal como se describe en las publicaciones y los libros de texto estándar, es esencial en la realización de la anestesia intravenosa. Para esta técnica no deben utilizarse soluciones que contengan epinefrina u otros vasoconstrictores.
Lidocaína HCl debe utilizarse con precaución en personas con sensibilidad conocida al medicamento. Los pacientes alérgicos a los derivados del ácido paraaminobenzoico
(procaína, tetracaína, benzocaína, etc) no han mostrado sensibilidad cruzada al HCl de lidocaína.
Uso en el área de la cabeza y el cuello
Pequeñas dosis de anestésicos locales inyectadas en el área de la cabeza y el cuello, incluyendo bloqueos retrobulbares, dentales y del ganglio estrellado, pueden
producir reacciones adversas similares a la toxicidad sistémica observada con inyecciones intravasculares involuntarias de dosis mayores. Se han notificado confusión,
convulsiones, depresión respiratoria y/o parada respiratoria, y estimulación o depresión cardiovascular.
Estas reacciones pueden deberse a la inyección intraarterial del anestésico local con flujo retrógrado a la circulación cerebral. Los pacientes
que reciben estos bloqueos deben tener la circulación y la respiración monitorizadas y ser observados constantemente. El equipo de reanimación
y el personal para tratar las reacciones adversas deben estar inmediatamente disponibles. No deben superarse las recomendaciones de dosificación (véase
DIAGONÍA Y ADMINISTRACIÓN).
Información para los pacientes
Cuando sea apropiado, los pacientes deben ser informados con antelación de que pueden experimentar una pérdida temporal de la sensibilidad y de la actividad motora,
normalmente en la mitad inferior del cuerpo, tras la administración adecuada de la anestesia epidural.
Interacciones farmacológicas clínicamente significativas
La administración de soluciones anestésicas locales que contienen epinefrina o norepinefrina a pacientes que reciben inhibidores de la monoamino oxidasa
o antidepresivos tricíclicos puede producir hipertensión grave y prolongada.
Las fenotiazinas y las butirofenonas pueden reducir o invertir el efecto presor de la epinefrina.
En general, debe evitarse el uso simultáneo de estos agentes. En situaciones en las que la terapia concurrente es necesaria, es esencial una cuidadosa monitorización del paciente.
La administración concurrente de fármacos vasopresores (para el tratamiento de la hipotensión relacionada con los bloqueos obstétricos) y de fármacos oxitócicos de tipo ergot puede causar hipertensión grave y persistente o accidentes cerebrovasculares.
Interacciones entre el fármaco y las pruebas de laboratorio
La inyección intramuscular de HCl de lidocaína puede dar lugar a un aumento de los niveles de creatina fosfocinasa. Por lo tanto, el uso de la determinación de esta enzima, sin separación de isoenzimas, como prueba diagnóstica de la presencia de infarto agudo de miocardio puede verse comprometido por la inyección intramuscular de lidocaína HCl.
Carcinogénesis, Mutagénesis, Deterioro de la Fertilidad
No se han realizado estudios de lidocaína HCl en animales para evaluar el potencial carcinogénico y mutagénico o el efecto sobre la fertilidad.
Embarazo
Efectos teratogénicos: Embarazo Categoría B. Se han realizado estudios de reproducción en ratas a dosis de hasta 6,6 veces la
dosis humana y no han revelado evidencia de daño al feto causado por lidocaína HCl. Sin embargo, no existen estudios adecuados y bien controlados en mujeres embarazadas. Los estudios de reproducción animal no siempre son predictivos de la respuesta humana. Debe tenerse en cuenta este hecho antes de administrar lidocaína HCl a mujeres en edad fértil, especialmente durante el embarazo temprano, cuando tiene lugar la máxima organogénesis.
el tono vascular periférico y la función cardíaca.
La anestesia regional ha provocado hipotensión materna. Los anestésicos locales producen vasodilatación al bloquear los nervios simpáticos.
Elevar las piernas de la paciente y colocarla sobre su lado izquierdo ayudará a prevenir la disminución de la presión arterial.
También debe controlarse continuamente la frecuencia cardíaca fetal, y es muy aconsejable la monitorización fetal electrónica.
La anestesia epidural, espinal, paracervical o pudenda puede alterar las fuerzas del parto a través de cambios en la contractilidad uterina o
los esfuerzos expulsivos maternos. En un estudio, la anestesia de bloqueo paracervical se asoció a una disminución de la duración media de la primera fase del parto y a la facilitación de la dilatación cervical. Sin embargo, también se ha informado de que la anestesia espinal y epidural prolonga la segunda fase del parto, al eliminar el impulso reflejo de la parturienta de echarse encima o al interferir con la función motora. El uso de anestesia obstétrica puede aumentar la necesidad de asistencia con fórceps.
El uso de algunos fármacos anestésicos locales durante el parto puede ir seguido de una disminución de la fuerza y el tono muscular
durante el primer o segundo día de vida. Se desconoce el significado a largo plazo de estas observaciones. Puede producirse bradicardia fetal en un 20-30 por ciento de las pacientes que reciben anestesia de bloqueo nervioso paracervical con anestésicos locales de tipo amida y puede asociarse con acidosis fetal. La frecuencia cardíaca del feto debe controlarse siempre durante la anestesia paracervical. El médico debe sopesar las posibles
ventajas frente a los riesgos al considerar un bloqueo paracervical en caso de prematuridad, toxemia del embarazo y sufrimiento fetal. En el bloqueo paracervical obstétrico es muy importante respetar la dosis recomendada. Si no se consigue una analgesia adecuada
con las dosis recomendadas se debe sospechar de una inyección intravascular o intracraneal fetal. Se han notificado casos compatibles con una inyección intracraneal fetal no intencionada de solución anestésica local tras un bloqueo paracervical o pudendo intencionado o ambos.
Los bebés así afectados presentan una depresión neonatal inexplicable al nacer, que se correlaciona con niveles séricos elevados de anestésico local,
y a menudo manifiestan convulsiones en las seis horas siguientes. El uso inmediato de medidas de apoyo combinado con la excreción urinaria forzada del anestésico local se ha utilizado con éxito para tratar esta complicación.
Los informes de casos de convulsiones maternas y colapso cardiovascular tras el uso de algunos anestésicos locales para el bloqueo paracervical en
el embarazo temprano (como anestesia para el aborto electivo) sugieren que la absorción sistémica en estas circunstancias puede ser rápida. No debe superarse la dosis máxima recomendada de cada fármaco. La inyección debe realizarse lentamente y con aspiración frecuente.
Permitir un intervalo de 5 minutos entre las tomas.
Madres lactantes
Se desconoce si este fármaco se excreta en la leche humana. Debido a que muchos fármacos se excretan en la leche humana, se debe tener
precaución cuando se administre lidocaína HCl a una mujer en periodo de lactancia.
Uso pediátrico
Las dosis en niños deben reducirse, de acuerdo con la edad, el peso corporal y la condición física, ver POSOLOGÍA Y
ADMINISTRACIÓN.
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