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Xeromamografía y mamografía de película

Consideraciones físicas

El proceso xerográfico se basa en las características eléctricas de ciertos semiconductores como el selenio que, aunque normalmente son buenos aislantes, se convierten en conductores de carga bajo la acción de la luz o la radiación ionizante. Si se recubre una placa metálica con dicho material, el producto resultante puede utilizarse en numerosas aplicaciones como sustituto de la emulsión fotográfica convencional.

Una placa xerográfica consiste en una superficie metálica recubierta con una fina capa de selenio. Se puede depositar uniformemente una carga eléctrica sobre la capa de selenio. Si la placa se coloca entonces en una caja a prueba de luz en la que se introduce una nube de polvo a la que se le ha dado una carga eléctrica de polaridad opuesta a la de la placa, el polvo será atraído por la placa y se depositará uniformemente sobre ella.

Si una placa recién cargada se expone a los rayos X, la carga se desprenderá del selenio y pasará a la placa metálica situada directamente detrás. La cantidad de carga que se desprende está relacionada con la exposición a los rayos X incidente, de modo que el patrón de carga resultante en la placa xerográfica puede considerarse análogo a la imagen latente de una exposición fotográfica. El revelado se realiza colocando la placa en una nube cargada de polvo. El polvo, que puede ser blanco (CaCo3) o azul claro (material plástico), se depositará en la placa en relación con la carga restante. La distribución del polvo, cuando se ilumina con luz oblicua, da una imagen clara y nítida del campo de rayos X incidente. Ésta puede fotografiarse o transferirse a una base de papel permanente. La placa sensible puede entonces limpiarse y reutilizarse.

Superficialmente, los productos finales, es decir, la imagen de la radiografía convencional y la de la xerorradiografía, parecen bastante similares. Sin embargo, existen diferencias importantes y ciertas características específicas que hacen que la xerorradiografía sea especialmente adecuada para la mamografía. La diferencia más significativa es que, aunque la imagen global es de bajo contraste, se pueden observar variaciones muy pequeñas en la absorción de la radiación, ya que el proceso xerorradiográfico acentúa los bordes de los tejidos adyacentes de diferente absorción o de las discontinuidades tisulares. Este fenómeno, que se asocia a una repulsión electrostática característica del polvo, da lugar a una disminución o ausencia de polvo en la placa donde existen disimilitudes en la densidad de carga. Este «efecto de borde» se observa fácilmente porque el polvo tiende a agruparse en los límites de las diferentes distribuciones de carga. Aunque las variaciones en la absorción del tejido pueden ser leves, esta exageración de los bordes produce un tipo de imagen en bajorrelieve que enfatiza las diferencias en las estructuras del tejido. Otra característica que distingue a la xerografía de la radiografía convencional es que las grandes diferencias de exposición no dan lugar a grandes diferencias en la cantidad de polvo depositado. Por lo tanto, es menos probable que la sobre o subexposición produzca placas no diagnósticas.