Se ha tenido muy en cuenta la aplicación de los protocolos de seguridad COVID-19 para proteger a los miembros de nuestro equipo y a las comunidades por las que viajamos. Nos adheriremos a toda la normativa gubernamental vigente y nos aseguraremos de actualizarla y adaptarla si se producen cambios. Hemos involucrado a los trabajadores de primera línea (muchos de ellos dentro de nuestro equipo) y a los representantes de seguridad durante el desarrollo de nuestro plan de seguridad COVID-19. Nuestro equipo también ha sido seleccionado por el menor número de miembros posible para llevar a cabo el evento (8 corredores/7 de apoyo).

Además del Plan de Seguridad COVID-19 de nuestro equipo, seguiremos todos y cada uno de los protocolos a nivel local, como hoteles, Legiones y centros comunitarios, departamentos de primera respuesta, tiendas de comestibles, etc.

Evaluación del riesgo: Existen varios factores de riesgo en la implementación de la Wounded Warrior Run BC y en asegurar que el COVID-19 no se contraiga o se propague dentro de nuestro equipo o de las comunidades que visitamos. Estos riesgos son: la proximidad en el interior durante las paradas y las comidas, las reuniones durante las presentaciones de cheques y los discursos, la firma de banderas, la venta de camisetas y botines y el apoyo de los primeros intervinientes durante la carrera.

Plan de comunicación: Nuestro Plan de Seguridad COVID-19 se hace público en nuestra página web y plataformas de medios sociales. Esta política se envía con mucha antelación a todas nuestras comunidades para que la revisen y se sientan cómodos antes de organizar cualquier visita. Nuestro equipo dedicado paramédico y los supervisores están capacitados en la vigilancia de los miembros del equipo para garantizar las políticas y procedimientos se están siguiendo. Si en algún momento el evento se considera inseguro, pararemos inmediatamente y reevaluaremos, comunicaremos los cambios y los implementaremos antes de continuar o cesaremos el evento por completo.