Whitney Houston volvió a ingresar ayer en un centro de rehabilitación no revelado, un año después de su última estancia. Los rumores sobre la adicción a las drogas de Houston -y de su marido Bobby Brown- se desataron inicialmente por la detención de Houston en enero de 2000 por posesión de marihuana en el aeropuerto internacional de Keahole Kona, en Hawai. La diva del pop, de cuarenta y un años, habló de su rumoreado problema de abuso de drogas en una entrevista muy comentada con Diane Sawyer en el programa Primetime de la ABC en diciembre de 2002.

Meses después de su detención en 2000, Us Weekly publicó un artículo en el que se afirmaba que la familia y los amigos de Houston estaban intentando conseguir ayuda para la cantante. Poco después, una Houston aparentemente sana actuó en los Grammys, estremeciendo al público con una impresionante interpretación de su éxito «It’s Not Right But It’s Okay», que le valió el Grammy a la mejor interpretación vocal femenina de R&B de esa noche.

Desde entonces, Brown ha mantenido a la pareja en las noticias, encarcelada varias veces en 2004 por violar la libertad condicional e incumplir los pagos de la manutención de sus hijos derivados de una relación anterior. También fue acusado de un delito menor de agresión por haber golpeado supuestamente a Houston el año pasado.

Después de su paso por la rehabilitación de drogas el pasado mes de marzo, Houston ha estado trabajando en su álbum de regreso con su mentor de siempre y jefe de J Records, Clive Davis.