Eres un tipo de persona bastante desapegada, y por mucho que tu romanticismo y tu emocionalidad periódica parezcan hacer lo contrario, te inclinas a ser frío y autosuficiente en el fondo. Ves a la gente de una manera bastante calculadora, y eres capaz de herir a los que te quieren por la facilidad con la que rompes los lazos humanos y sigues tu propia inclinación, sea cual sea. Tienes una mente buena, razonable y científicamente precisa, y cuando has resuelto algo a tu satisfacción, esperas que los demás entiendan tu lógica, que quizá no te tomes la molestia de explicar. Este distanciamiento y el exterior aparentemente genial que presentas al mundo te convierten en un buen médico, enfermero, trabajador social, asistente de hospital o profesor, cualquier ocupación en la que haya que utilizar la simpatía y la comprensión, pero que no puede interferir en la rutina. Eres capaz de aprender con facilidad, mediante la aplicación más que la intuición. Eres una persona algo desconfiada, crítica y judicial, aunque bastante tolerante con tus propias excentricidades. Sin embargo, si eres frío, también eres estable y puedes ser un baluarte de ayuda en tiempos difíciles, capaz de absorber las penas de los demás sin que te afecten a ti mismo y así ayudarles a levantarse por sí mismos cuando, terminado tu trabajo, pasas a otros asuntos. En los asuntos románticos es usted voluntarioso, más que ardiente, agresivo o receptivo, y es probable que impresione a los novios con la idea de que no les importa mucho, lo cual es muy probable que sea cierto. Puedes aceptarlos o dejarlos en paz. Como el impulso físico del amor no es poderoso en ti, eres capaz de llevar una vida célibe, sustituyendo el intelecto y los idealismos abstractos por la compañía humana y el amor.

Grant Lewi