Hay dos temporadas de variedades de pera: verano e invierno. Las variedades de pera de invierno requieren un almacenamiento en frío antes de que puedan comenzar a madurar, mientras que las peras de verano no. Una razón para cultivar peras de invierno es su larga vida de almacenamiento. A diferencia de las peras de verano/otoño, que maduran después de ser cosechadas, las peras de invierno necesitan un almacenamiento en frío durante al menos tres semanas antes de sacarlas y dejarlas madurar. Según la información sobre las peras de invierno, sin este paso, las frutas no madurarán adecuadamente.

¿Qué es una pera de invierno?

Las peras dulces y jugosas son una de las pocas frutas que no maduran en el árbol. Dado que maduran de dentro a fuera, cuando alcanzan la madurez perfecta en el árbol, a juzgar por el ojo, los centros estarían blandos. Por esta razón, las peras de invierno se recogen cuando están duras y verdes, se almacenan en un lugar fresco y luego se colocan en un lugar más cálido para que terminen de madurar. Las peras de invierno se llaman así por el momento en que se comercializan, aunque están listas para la cosecha un mes o más después que otras variedades.

Las peras son miembros de la familia de las rosáceas y probablemente son originarias de Eurasia. Las peras de invierno están listas para ser cosechadas en otoño. Luego se almacenan en frigoríficos durante tres o cuatro semanas a una temperatura de entre 32 y 40 grados F. (0-4 C.) para permitir que la fruta convierta los almidones en azúcares.

La variedad era una de las favoritas de la aristocracia francesa, que desarrolló varios de los tipos más populares de pera de invierno. Bosc, D’Anjou y Comice son variedades francesas que todavía se cultivan hoy en día. Si añadimos las siguientes, tenemos las variedades de pera de invierno más populares que se cultivan comercialmente:

• Forelle
• Concorde
• Seckel
• Orcas
• Rescue
• Flemish Beauty
• Conference
• Duchess
• Dana’s Hovey

Cómo cultivar peras de invierno

Los perales se injertan en portainjertos que transmiten ciertos rasgos como la resistencia a las enfermedades tolerancia al frío y tamaño uniforme. Los perales prefieren las regiones templadas a pleno sol con un suelo medio y con buen drenaje.

Los árboles se beneficiarán de una poda juiciosa a finales del invierno hasta la primavera durante los primeros años para desarrollar una forma saludable en forma de jarrón y ramas de andamiaje fuertes para sostener los rendimientos pesados. Los árboles jóvenes deben estar sujetos inicialmente a un tutor grueso para mantener la rama central recta y firme.

Fertilice los árboles a principios de la primavera y pode la madera muerta o enferma según sea necesario. El cultivo de peras de invierno no es para los impacientes. Pueden pasar 20 años o más desde la plantación hasta las primeras cosechas, pero merece la pena.