Trabajar duro, jugar duro es una frase muy utilizada en nuestra organización. La gente la utiliza para describir su equilibrio entre la vida laboral y la personal, y cómo la ética del trabajo aplicada al propio trabajo les permite disfrutar de sus pasiones fuera de la rutina diaria.

Al analizar la mentalidad de Trabajar duro, jugar duro, me encontré con un enfoque muy diferente de lo que significaba durante las diferentes etapas de mi vida.

No importa si acabas de salir de la universidad o llevas 25 años de carrera, es importante que entiendas qué te motiva, qué entornos te permiten hacer tu mejor trabajo y qué cosas realmente te hacen «vibrar» fuera del trabajo. Normalmente, cuando oigo el comentario «Juega duro», se me vienen a la cabeza visiones de paracaidismo, heliesquí, fiestas y viajes de fin de semana a Las Vegas. Después de analizar las distintas épocas de mi vida, me di cuenta de que este lema ofrecía mucho más para la motivación y el éxito en mi vida ahora y en el futuro.

Si era capaz de mantenerme constante con el «Work Hard» en mi carrera y asegurarme de que siempre me estaba empujando al siguiente nivel, también estaría asegurando que mis gustos y amores (Play Hard) fuera del trabajo estarían siempre alimentados. El elemento clave del lema es asegurarse de que exploras lo que te motiva tanto dentro como fuera del trabajo y hacer más de ambas cosas.

No importa si tu Play Hard es más tiempo de jardinería, un viaje con amigos de la universidad al Lago Havasu o unas vacaciones familiares a Maine, sólo asegúrate de definir lo que va a tomar para llegar allí.

Así que establece metas dentro y fuera del trabajo. Salga de su zona de confort para asumir nuevos retos y, sobre todo, asegúrese de que cuando mire atrás en su vida, su «Work Hard, Play Hard» sea todo lo que soñó que fuera.