«¿Vas a jugar a The Witcher 3?» me ha preguntado todo el mundo esta última semana. Por supuesto que lo haré. El juego está acumulando críticas estelares e incluso algunas puntuaciones perfectas, y CD Projekt Red pertenece a la escuela de calidad de Blizzard/Valve/Rockstar, en la que si se toman su tiempo en algo, lo más probable es que sea excesivamente fantástico cuando finalmente salga a la venta.

Y sin embargo, hay un pequeño problema de «fracaso en el lanzamiento» con juegos como The Witcher 3: Wild Hunt. No es que no vaya a funcionar el primer día por culpa de los bugs de lanzamiento, sino que el impulso de empezar un juego tan enorme puede ser difícil de trabajar.

Este es un problema que diferencia a los juegos de algo como el cine. Es como si, por ejemplo, que Mad Max: Fury Road recibiera todas sus críticas elogiosas (sigue teniendo un alucinante 98% en Rotten Tomatoes), pero en lugar de durar dos horas como la mayoría de las películas, tuviera doce.

¿Aún así querría verla? Por supuesto. Pero en lugar de ir al cine el sábado por la noche para cenar y ver un espectáculo, tratar de averiguar cómo ver una película de doce horas requeriría planificación, esfuerzo. ¿Te dedicas a ello un día entero, te abasteces de comida y bebida e intentas verlo todo de una sola vez? ¿Lo distribuyes a lo largo de todo el fin de semana, dividiéndolo en trozos de cuatro horas cada noche? ¿O te tomas la mayor parte de la semana y tratas de hacer sólo dos horas al día? ¿Tienes doce horas libres a la semana, o vas a tardar un mes entero?

The Witcher 3: Wild Hunt, según algunos informes, dura 70 horas. Un «speed run» son 25, y he oído que algunos han tardado hasta 100 horas en superarlo. Y el propio Projekt Red ha dicho que hay potencialmente 200 horas de juego si la gente realmente quiere encontrarlo.

Esto no es un argumento de que los juegos largos no deberían existir, particularmente si son de alta calidad. Pero sí quiero abordar la realidad del reto que supone incluso un gran juego si tiene 40, 70, 200 horas de duración.

Por mucho que los jugadores afirmen querer estas experiencias de juego épicas, de decenas de horas, la realidad es diferente. Incluso los juegos con campañas de 10 o 20 horas sólo se juegan hasta su finalización una parte del tiempo. La industria tiene el problema de que los jugadores pierden el interés y no llegan a la conclusión de muchos juegos, a veces hasta el 90% de las veces. De nuevo, volviendo a Mad Max, podrías disfrutar de un Fury Road de 12 horas incluso más que de la versión de 2 horas, si es de la misma calidad en todo momento. Pero incluso si lo es, la perspectiva de completar ese tipo de experiencia visual puede ser mental y físicamente agotadora, por no hablar de que es difícil de encajar en tu agenda.

Ahora mismo, el rumor de The Witcher 3 se parece mucho al lanzamiento de Dragon Age: Inquisition el año pasado, que si hubo un GOTY mayoritariamente consensuado, fue ese. Pero a menudo me resultaba hilarante hablar de él, porque escribía artículos en los que decía que no me entusiasmaban algunos aspectos del juego después de haber jugado cuarenta horas, y los jugadores me respondían: «no puedes tener nada que decir sobre él hasta que no hayas jugado al menos ochenta».

Nunca terminé Dragon Age: Inquisition. Odio formar parte de esa estadística del 90% de los que cogen un juego y luego lo abandonan, y rara vez es mi caso. Pero cada vez que lo ha sido, la duración ha sido un factor que ha contribuido.

Por suerte, hay un contrapunto a esto. La duración no es el único factor que contribuye. Si Dragon Age me hubiera enganchado como lo hizo, por ejemplo, Skyrim, podría haberle dedicado fácilmente 100 horas y haber disfrutado cada minuto. Por todo lo que he oído sobre The Witcher 3, es muy posible que el juego sea lo suficientemente dinámico como para mantener ese tipo de entusiasmo a lo largo de todo el juego.

Pero aunque, de nuevo, esto no es un llamamiento a eliminar los juegos largos del mercado, creo que a medida que la edad media de un jugador se eleva cada vez más, el atractivo de estas epopeyas de 60-80-200 horas va a empezar a decaer un poco, independientemente de su calidad. Algunos van a ser físicamente imposibles de jugar para los jugadores adultos con trabajos a tiempo completo y familias, por mucho que quieran intentarlo. Dedicar un mes o más a completar un solo juego puede ser razón suficiente para saltárselo por completo, del mismo modo que una película de 12 horas puede hacer que muchos se queden en casa y no vayan al cine el fin de semana, aunque sea algo que quieran ver.

Todo el mundo parece odiar este tipo de debates, y casi siempre se considera que lo más largo es sin duda mejor dada esta métrica de «horas de juego igual a valor» que muchos utilizan para justificar sus compras de juegos. Yo no suscribo necesariamente ese ideal, pero admito el atractivo de pagar 60 dólares por 70 horas de The Witcher frente a 7 horas de The Order desde una perspectiva puramente matemática.

Aún así, la duración es un arma de doble filo. Tengo la corazonada de que The Witcher 3 va a merecer la pena, y desde luego voy a dar lo mejor de mí. Pero me va a costar una buena planificación y una buena parte del verano.

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