Imagina que estás solo en casa por la noche. Estás a punto de sentarte a disfrutar de Netflix cuando oyes un chirrido en el piso de arriba. Todo tipo de pensamientos pasan por tu mente: «¿estoy solo?», «¿esta casa está embrujada?», «¿es esa la respiración que oigo?».

De repente, ¡te pones en pie de un salto! Todo tu cuerpo se inunda de miedo paralizante…. y tus pantalones también. Así es amigos, te has meado encima. No pasa nada, nos pasa a los mejores. Aunque no todos gritamos a pleno pulmón cuando tenemos miedo, resulta que muchos de nosotros nos orinamos un poco. Pero, ¿por qué?

Por qué nos orinamos cuando estamos asustados o estresados

El control de la vejiga puede dividirse en tres sistemas cerebrales distintos. Cada uno está en comunicación con el otro, pero realiza una función diferente. El primero es una parte de nuestro sistema cerebral conocida como PMC, o centro pontino de la micción (¿pero quién va a decir todo eso?). Esta zona está en contacto constante con la vejiga y reconoce cuando se llena. Según Brian Palmer, de slate.com, si la función de la vejiga estuviera controlada únicamente por este sistema, nos orinaríamos esencialmente cada vez que nuestra vejiga se expandiera más allá de cierto punto. Estamos hablando de CUALQUIER MOMENTO y EN CUALQUIER LUGAR. Yikes.

Por suerte, podemos invocar la Fuerza para evitar que esto suceda. Vale, vale, puede que no seamos increíbles Jeddi. Sin embargo, podemos hacer que el córtex prefrontal envíe voluntariamente señales inhibitorias al PMC para evitar que la vejiga se contraiga. En mi opinión, eso también es genial. De esta forma, no tienes que preocuparte por la cantidad de café que te has tomado por la mañana.

Pero no te emociones demasiado. Por desgracia, tus superpoderes en el lóbulo frontal pueden ser anulados por nuestro tercer participante neuronal: el sistema límbico. Esta es la región de tu cerebro más conocida por la respuesta de «lucha o huida». En otras palabras, cuando un payaso te persigue por una casa encantada, es la diferencia entre darle un puñetazo directo en la cara o correr por tu vida.

Feliz Halloween

En situaciones en las que nos sentimos especialmente estresados o ansiosos, el sistema límbico envía señales eléctricas tan potentes que el PMC no puede recibir correctamente las instrucciones del córtex prefrontal. ¿El resultado? Te orinas accidentalmente. Para empeorar las cosas, si tienes incontinencia urinaria de esfuerzo y, por lo tanto, un suelo pélvico debilitado, puedes ser más propensa a experimentar estas extrañas fugas.

Por eso las casas encantadas no son un buen augurio para nosotras, las mujeres con IUE. No sabemos qué da más miedo, si el suspenso de ver una película de terror o la reacción física. Sin embargo, ¡no toda la esperanza está perdida! Si quieres sobrevivir a un ataque de zombis y a las pérdidas de orina, ahora puede ser el mejor momento para probar Finess.

Como puedes llevarlo todo el tiempo que quieras, Finess es perfecto para las largas noches de truco o trato con tus pequeños. No tendrás que parar para cambiarte de ropa y podrás seguirles el ritmo cuando su subidón de azúcar llegue a su punto máximo. Ya sabes de qué hablamos…

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