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Subaru WRX: ¿Un gran éxito al que le falta diversión?

Durante una década y media, el Subaru WRX ha sido una opción obvia de sedán deportivo asequible para las regiones en las que el clima afecta regularmente a la vida y a los viajes. El carácter deportivo del modelo sobre una base habitable me sedujo lo suficiente como para comprar uno directamente en el concesionario. Y ahora, después de poco más de un año y medio y cuarenta y dos mil millas de conducción diaria de un Subaru WRX 2017 a través de todas las condiciones razonables, he acumulado suficiente tiempo con mi actual diario para sacar conclusiones que espero que sean controvertidas.

Debajo de la pala y las bengalas, el WRX es un automóvil completamente normal, aunque uno infundido a propósito con cantidades saludables de velocidad y credibilidad en la calle, todo fácilmente utilizable por los aspirantes al WRC y los viajeros por igual. Esto explica su amplio atractivo, ya que el WRX tiene sentido para aquellos que no necesitan o quieren que su coche sea nada más que una berlina típica con un toque de agresividad y esa famosa destreza en cualquier clima. Como oferta deportiva, es una forma totalmente accesible y de fácil acceso al mundo del entusiasmo automovilístico, capaz de enfrentarse a la rutina diaria y de servir como arma de ataque en las carreteras de montaña. Y para ese propósito de talla única, es perfecto. El sistema AWD crea una sensación de seguridad abrumadora, una mano amiga omnipresente que mantiene a los conductores alejados de los problemas y les hace parecer héroes a cualquier velocidad y en cualquier superficie. El WRX ha sido creado para «hacerlo todo» más que para destacar en una, o unas pocas, disciplinas específicas.

Voy a ir al grano: el factor de diversión del Subaru WRX está sobrevalorado en Internet y es decepcionante en la práctica. En invierno e incluso en general, las capacidades del coche se corresponden directamente con sus defectos como verdadera oferta para entusiastas. El WRX es un coche de activos contradictorios: Por un lado, resulta «emocionante» porque nunca deja de estar «encendido», siempre dispuesto a jugar como el cachorro que cree que todo es un juego aunque lo que ocurra a su alrededor sea muy serio. Pero, por otro lado, aparte de cuando se le aúpa como el coche de rally que tanto desea ser, el WRX rara vez es gratificante en el día a día. En cambio, la diversión se desvanece cuando no se le da una buena paliza al coche, mostrando un coche económico de conducción brusca sin el dramatismo ni la emoción de algo enfocado al disfrute de la conducción.