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Por Mark J. Triffon, M.D.
Los atletas de todos los niveles están obligados a sufrir algún grado de lesión durante el juego o incluso antes o después del mismo. Pero, ¿cuál es exactamente su dolencia y cómo debe tratarla?
Los esguinces se producen cuando se estira demasiado o se rompe la cápsula o el ligamento. Los ligamentos son tejidos que conectan hueso con hueso. La cápsula articular es similar a un ligamento y rodea la articulación.
Las distensiones, también denominadas tirones, se producen cuando se estira en exceso o se rompe un músculo o un tendón. Los tendones son tejidos que unen los músculos a los huesos.
Las contusiones, típicamente conocidas como hematomas, son lesiones en el tejido o el hueso en las que no se rompe la piel. Los vasos sanguíneos se rompen y sangran en el tejido causando una decoloración. Los hematomas suelen ser azules o morados al principio, y luego se desvanecen gradualmente hasta alcanzar varios tonos de marrón, amarillo y verde a medida que suben a la superficie de la piel.
Reconociendo los signos
Los esguinces y las distensiones tienen síntomas similares; la diferencia está en la ubicación. Los esguinces se producen a lo largo de la articulación y las distensiones a lo largo del músculo. Los síntomas aumentan según la gravedad de la lesión. Algunos ejemplos son: dolor, espasmo muscular, debilidad muscular, hinchazón y una sensación o sonido de chasquido. Los esguinces son el resultado de un traumatismo, como cuando se cae o se tuerce durante el juego, y suelen afectar a la muñeca, el tobillo o la rodilla.
Las distensiones pueden ser agudas, como por ejemplo por una contracción muscular excesiva que puede producirse al levantar pesos, o por un uso excesivo crónico del tipo movimientos repetitivos o posiciones prolongadas.
Las contusiones suelen producirse cuando los tejidos blandos se golpean con fuerza a causa de una caída o un golpe.
Aplicación del tratamiento
El tratamiento recomendado para los esguinces y las distensiones depende del grado de daño producido en el músculo, ligamento o tendón. Para las lesiones leves, aplique el método R.I.C.E:
– Reposo: Reposar el músculo, ligamento o tendón lesionado de la actividad dolorosa.
– Hielo: Aplicar hielo durante 15-20 minutos.
– Compresión: Envolver la lesión comenzando por el punto más alejado del corazón con la tensión disminuyendo a medida que se avanza hacia el corazón.
– Elevación: Elevar el músculo, ligamento o tendón lesionado por encima del corazón.
Los esguinces y las distensiones pueden beneficiarse de los ejercicios de rehabilitación y de la modificación de la actividad durante la recuperación. Su curación puede mejorar a través de ejercicios específicos que restauran la fuerza del rango de movimiento y la función normal.Como con todas las lesiones, el reconocimiento y el tratamiento tempranos reducen el tiempo perdido para jugar. La rigidez o el dolor que empeora durante tres o cuatro días de entrenamiento es importante. Si su estado no mejora, acuda a su entrenador deportivo o a un ortopedista especializado en medicina deportiva para prevenir problemas más graves.
Prevención de lesiones
La mejor manera de prevenir una lesión es calentar y estirar todos los músculos implicados en el ejercicio, la actividad o la tarea que se va a realizar. Un calentamiento de todo el cuerpo, como correr o hacer bicicleta estática durante 5-10 minutos, aumentará el flujo sanguíneo y elevará la temperatura de los grandes grupos musculares. También puedes calentar ensayando lentamente el deporte, el ejercicio o la actividad que vas a realizar. Un ligero sudor suele indicar que has calentado lo suficiente y que estás listo para la acción
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