SiOWfa13: La ciencia en nuestro mundo
No creo que haya una persona en esta clase que no haya comido una patata frita rancia. Sé que voy a mirar en el gabinete, alcanzar en un bocadillo, agarrar una bolsa de chips hacia abajo, y cuando muerdo en el chip tiene un sabor rancio estoy malvado decepcionado. La palabra «rancio» ha estado en mi vocabulario desde que tengo uso de razón; acabo de aceptarla, pero realmente no tengo ni idea de por qué las patatas fritas se ponen rancias en el aire y no en la bolsa en la que están. Hay aire en la bolsa ¿no?
Pues la respuesta es: Nitrógeno. El artículo que dije señalaba que si piensas en sentir una bolsa de patatas fritas, piensas en que se siente inflada, de forma similar a un globo. Esto se debe a que las bolsas de patatas fritas en realidad no están llenas de aire, sino de gas nitrógeno. El gas nitrógeno es lo que impide que las patatas se pongan rancias. El oxígeno no puede hacerlo porque es muy reactivo y cuando se combina con otras moléculas puede provocar reacciones químicas. El nitrógeno es todo lo contrario, ya que es muy estable y poco reactivo. Cuando un alimento reacciona con el oxígeno se dice que se oxida rápidamente y estas atmósferas de nitrógeno pueden evitar que eso ocurra. Sin embargo, hay que mencionar que el aire no es sólo oxígeno, sino que en realidad tiene un 78% de gas nitrógeno. Así que no te preocupes por abrir esas fichas, el gas nitrógeno está a nuestro alrededor.