Hace un tiempo, decidí viajar, con un grupo de amigos, a través de los versos bien marcados del Salmo 119 usando el método de Estudio Bíblico Selah.

Aunque había viajado a través del Salmo 119 y de porciones de este pasaje numerosas veces, tenía el deseo de no sólo leerlo, sino de tomar algún tiempo para detenerme y experimentarlo verdaderamente. Al reducir la velocidad y dedicar tiempo a este pasaje, comencé a ver las cosas buenas que el Creador tenía en mente para mí al estudiar Su Palabra.

La Palabra da vida a mi alma desanimada. «Mi alma se aferra al polvo, ¡dame vida según tu palabra!». Salmo 119:25

La Palabra expone los pensamientos engañosos. «¡Aleja de mí los caminos falsos y enséñame con gracia tu ley!» Salmo 119:29

La Palabra modifica mi mirada. «Aparta mis ojos de mirar cosas inútiles, y dame vida en tus caminos». Salmo 119:37

La Palabra me llena de verdadera esperanza. «Acuérdate de tu palabra a tu siervo, en la que me has hecho esperar». Salmo 119:49

La Palabra es mi consuelo. «Este es mi consuelo en mi aflicción, que tu promesa me da vida». Salmo 119:50

La Palabra es un consuelo en los momentos difíciles. «Sé, Señor, que tus reglas son justas, y que con fidelidad me has afligido». Salmo 110:75

La Palabra me hace ser agradecido. «A medianoche me levanto para alabarte a causa de tus justas reglas». Salmo 119:62

La Palabra me da sabiduría. «Entiendo más que los ancianos, porque guardo tus preceptos». Salmo 119:100

La Palabra me da vida. «Estoy muy afligido, ¡dame vida, Señor, según tu palabra!». Salmo 119:107

La Palabra me guarda del pecado. «Apártate de mí, malhechor, para que guarde los mandamientos de mi Dios». Salmo 119:115

La Palabra me da un anhelo de eternidad. «Mis ojos anhelan tu salvación y el cumplimiento de tu justa promesa». Salmo 119:123

La Palabra me anima cuando estoy desanimado. «Me levanto antes del amanecer y clamo por ayuda. Espero en tus palabras». Salmo 119:147

La Palabra me da paz. «Gran paz tienen los que aman tu ley, nada puede hacerlos tropezar». Salmo 119:165

La Palabra me lleva a Cristo. «Me he extraviado como una oveja perdida, busca a tu siervo porque no olvido tus mandamientos». Salmo 119:176

Si estás interesado en crear un espacio para experimentar la belleza de las Escrituras echa un vistazo a los Estudios Bíblicos Selah.