Los científicos han descubierto más de 140 nuevos geoglifos conocidos como líneas de Nazca: un misterioso y antiguo grupo de figuras gigantes grabadas hace mucho tiempo en el terreno desértico del sur de Perú.

Estas enormes y extensas representaciones de seres humanos, animales y objetos datan en algunos casos de hace 2.500 años, y son tan grandes que muchas de ellas sólo pueden identificarse desde el aire.

Ahora, arqueólogos de la Universidad de Yamagata, en Japón, informan de que una investigación a largo plazo llevada a cabo desde 2004 ha descubierto 143 geoglifos de Nazca previamente desconocidos, con una figura tallada, que había eludido la detección humana, descubierta por la inteligencia artificial.

Geoglifo humanoide, de aproximadamente 10 metros de largo. (Universidad de Yamagata)

En total, se cree que los geoglifos recién identificados fueron creados entre el 100 a.C. y el 300 d.C., como mínimo. Aunque la finalidad de estos grandes motivos dibujados por la antigua cultura Nazca sigue siendo objeto de debate, al menos sabemos cómo se construyeron.

«Todas estas figuras se crearon retirando las piedras negras que cubren el terreno, dejando así al descubierto la arena blanca que hay debajo», explica el equipo de investigación.

Hipótesis anteriores han sugerido que la sociedad de Nazca dio forma a los gigantescos geoglifos -algunos de los cuales miden cientos de metros- para que fueran vistos por las deidades en el cielo, o que podrían servir para fines astronómicos.

Geoglifo de serpiente de dos cabezas, de unos 30 metros de largo. (Universidad de Yamagata)

En la nueva investigación, dirigida por el antropólogo y arqueólogo Masato Sakai, el equipo analizó imágenes de satélite de alta resolución de la región de Nazca, además de realizar trabajo de campo, e identificó dos tipos principales de geoglifos.

Las tallas más antiguas (100 a.C. a 100 d.C.), denominadas Tipo B, suelen tener menos de 50 metros de longitud, mientras que las efigies ligeramente posteriores (100 d.C. a 300 d.C.), denominadas Tipo A, abarcan más de 50 metros, y el mayor geoglifo descubierto por el equipo mide más de 100 metros.

Los investigadores creen que los geoglifos de tipo A más grandes, a menudo con forma de animales, eran lugares rituales donde la gente celebraba ceremonias que implicaban la destrucción de varias vasijas de cerámica.

Geoglifo de pájaro, de unos 100 metros de largo. (Universidad de Yamagata)

Por el contrario, los motivos de tipo B, más pequeños, se situaban a lo largo de los caminos, y pueden haber actuado como postes para orientar a los viajeros – posiblemente hacia un espacio ritual de tipo A más grande donde la gente se congregaba.

Algunos de estos diseños de tipo B son realmente diminutos, con el más pequeño de los nuevos descubrimientos midiendo menos de 5 metros (16 pies) – algo que hace que descubrir las líneas, a menudo débiles, sea una tarea difícil, especialmente cuando se combina con la enorme extensión de la región del desierto de Nazca.

Para ello, en una reciente colaboración experimental con investigadores de IBM que comenzó en 2018, el equipo utilizó una IA de aprendizaje profundo desarrollada por la compañía, que se ejecuta en un sistema de análisis geoespacial llamado IBM PAIRS Geoscope.

La red de aprendizaje -el Acelerador de Aprendizaje Automático de IBM Watson (WMLA, por sus siglas en inglés)- examinó enormes volúmenes de imágenes de drones y satélites, para ver si podía detectar alguna marca oculta que guardara relación con las líneas de Nazca.

El sistema encontró una coincidencia: el contorno difuminado de una pequeña figura de tipo humanoide de tipo B, de pie sobre dos pies.

Aunque el significado simbólico de este extraño y antiguo personaje aún no está claro, los investigadores señalan que el geoglifo estaba situado cerca de un camino, por lo que podría haber sido uno de los hipotéticos marcadores de paso.

Geoglifo humanoide descubierto por la IA de IBM, de unos 4 metros de largo. (Universidad de Yamagata)

En cualquier caso, es un logro sorprendente y poético: un sistema de pensamiento casi insondablemente avanzado creado por los humanos modernos permite descubrir un sistema simbólico aún insondable creado por los antiguos.

En definitiva, el extraordinario misterio de las líneas de Nazca aún está lejos de ser resuelto, pero ahora que el equipo de Yamagata e IBM han dicho que seguirán trabajando juntos para localizar más de estos antiguos geoglifos en el futuro, ¿quién sabe qué -o a quién- encontraremos a continuación?

Un resumen de la investigación en curso está disponible en el sitio web de la Universidad de Yamagata.