Las ballenas azules son el animal más grande que se conoce en la Tierra, llegando a alcanzar los 30 metros de longitud. Con un corazón del tamaño de un coche y una lengua que puede pesar tanto como la de un elefante, sólo puede imaginar lo impresionante que puede ser un encuentro con una ballena azul. Tienen una larga vida y son una de las criaturas más ruidosas, con un silbido de baja frecuencia que alcanza hasta 188 decibelios y se extiende por cientos de kilómetros. Se cree que los sonidos altamente estructurados y repetitivos pueden viajar muchos kilómetros, y que los «cantos» se utilizan para localizar grandes masas de krill y para comunicarse entre sí: se cree que pueden oírse hasta 1.000 millas de distancia en buenas condiciones.

Las ballenas azules tienen barbas, lo que significa que tienen un material similar a un peine en su mandíbula superior para alimentarse. Al engullir enormes cantidades de agua, su garganta y vientre se expanden debido a los surcos de la garganta plisados, y luego lo expulsan todo a través del material en forma de uña, atrapando miles de krill antes de tragarlos.

Se ven de color azul intenso bajo el agua, pero de cerca tienen un color azul grisáceo. Pasan los veranos alimentándose en aguas polares y se desplazan hacia el ecuador en los inviernos.

Se cree que entre 10.000 y 25.000 ballenas azules siguen explorando las aguas de la Tierra.