Paso mucho tiempo pensando en los superhéroes, ese panteón cada vez mayor que significa tanto para muchos de nosotros. Una pregunta que me he planteado últimamente es: ¿qué es lo que hace que un héroe en particular sea tu número uno, y cómo sucedió?

En la universidad, tomé una increíble clase de cómics/literatura llamada, bueno, Superhéroes, en la que rastreamos la historia de las personas con superpoderes en la literatura temprana hasta su explosión de popularidad en las páginas de los cómics. La clase fue formativa en mi vida, por decir lo menos (todavía tengo su descripción guardada):

Los superhéroes tal y como los conocemos (por ejemplo, ese tipo de Krypton) surgieron a finales de la década de 1930, en el muy popular y a menudo denostado medio llamado cómic, uno de los primeros productos culturales comercializados directamente para la juventud. ¿Qué tienen que ver los superhéroes -y la América de la que proceden- con el cómic como forma artística? ¿Cómo ha evolucionado esa forma de arte? ¿Qué pueden decirnos los superhéroes (como conceptos y como cómics) sobre las convenciones y los tipos en otros campos del arte? ¿Las antiguas obras literarias sobre héroes con poderes excepcionales (como el Sansón Agonista de John Milton) comparten alguna característica con los libros sobre gente en mallas? ¿Y cómo es que un gran libro sobre superhéroes y sus creadores, como Amazing Adventures of Kavalier & Clay, de Michael Chabon, ganó el Premio Pulitzer de 2001? Exploraremos estas y otras cuestiones en un curso que incluye historia y teoría literaria, novelas, poemas y cómics antiguos y nuevos: los textos incluirán la novela de Chabon, el poema dramático de Milton, Watchmen de Alan Moore y David Gibbons, y obras de otros creadores como William Butler Yeats, Virginia Woolf y Scott McCloud.

Así que podría decirse que he hecho mi parte justa de análisis críticos y reflexiones profundas sobre el arte y el acto del superhéroe. Pero lo que encuentro fascinante es la respuesta única de la gente a los superhéroes a nivel personal. Los que amamos los cómics y los medios de comunicación del cómic tendemos a tener favoritos partidistas por diversas razones.

A veces, es tan simple como adorar a un actor que interpreta un papel, o a un escritor que ayudó a crear un personaje. A veces, nos sentimos atraídos por un poder particular que nos atrae por algo que deseamos desesperadamente poder hacer, como volverse invisible o cambiar de forma o hacer magia.

Pero creo que a menudo va más allá: los héroes, especialmente en estos días, se dibujan cada vez más con una representación más amplia en mente. Somos capaces de vernos cada vez más reflejados en la imagen de personas que hacen lo que nosotros no podemos. En mi caso, sé que lo que me atrae de un superhéroe es su encarnación de una idea o ética que es importante para mí. Para mí todo es cuestión de actitud.

Amo al Capitán América por encarnar mi propia y complicada relación con mi país y por ser, para mí, un verdadero héroe americano. Lejos de la figura patriotera que parece ser desde la distancia, el Capi representa lo mejor de la ideología estadounidense, al tiempo que no teme denunciar nuestra amplia gama de hipocresías y fallos. (Ignoro la carrera de Nick Spencer, porque puedo.)

Cuando Estados Unidos comete acciones y atrocidades fuera de lugar, el Capi no teme renunciar por completo al manto de estrellas, convirtiéndose en Nómada, el hombre sin patria. No teme estar en desacuerdo con las autoridades -o con sus aliados más cercanos- para defender lo que cree que es correcto.

Steve Rogers señala repetidamente la forma en que «la realidad americana difiere del sueño americano», un logro notable para un personaje que está visualmente revestido de simbología americana.

Me encantan otras cosas de Steve Rogers: su pasado como hijo de inmigrantes pobres en Nueva York. Su pasado como artista. Su afecto por mi barrio de adopción, Brooklyn. Su experiencia vivida como joven enfermo crónico que se transformó por lo imposible. Su inquebrantable lealtad a sus amigos y amantes. Aquella vez que golpeó a Hitler en la cara.

El Capitán América es mi superhéroe favorito por todas estas razones. ¿Quién es el tuyo y cómo te descubrió? ¿Qué tiene ese personaje o personajes que los hace tan especiales? Cuéntanoslo todo en los comentarios.

(imágenes: Marvel Comics)

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