Los humanos obtuvieron el pie en forma de arco hace unos 3,4 millones de años, por una razón En el reino de los animales, sólo hay un puñado de especies que pueden caminar sobre dos pies. Los humanos son, obviamente, la primera especie que nos viene a la mente, pero no son las únicas especies bípedas, es decir, que dependen principalmente de dos pies para caminar, en el mundo. Se sabe que las aves, los simios, los canguros y los roedores caminan sobre dos pies.
Pero gracias a la evolución, caminar y correr es más fácil para los humanos que para sus homólogos bípedos. Y la razón de ello es la estructura en forma de arco de nuestro pie. El arco en el interior del pie, llamado arco longitudinal, hace que el pie sea más rígido. Es la zona curvada que vemos entre los dedos y el talón.
Debajo de la capa de piel hay unos huesos llamados metatarsianos que están dispuestos en una curva a lo ancho del pie. Esta curva, llamada arco transversal del tarso, da rigidez al pie en sentido longitudinal. El arco transversal está ausente en los gorilas y chimpancés actuales, que tienen pies planos y flexibles. Sólo el género Homo desarrolló el arco transversal hace unos 3,4 millones de años, según un informe publicado en la revista Nature.
Para entender cómo la curvatura del arco aporta rigidez al pie, hay que coger un billete de 50 rupias. Coloque el dinero en posición horizontal y curve ligeramente sus bordes largos para que el centro se doble hacia arriba, como si formara un tubo o un túnel de carretera. Esto crea un arco que recorre el billete en sentido longitudinal. Presione con un dedo en el centro del arco del billete y notará cierta resistencia o rigidez.
Si no fuera por estas curvas/arcos en nuestros pies, nuestro movimiento habría sido lento y perezoso como el de nuestros primates.Durante el experimento, los investigadores descubrieron que el tejido, actuando conjuntamente con los huesos, representaba más del 40% de la rigidez de todo el pie.
Sin embargo, éste no es el único cambio anatómico que ha facilitado el caminar sobre dos pies a los humanos. Por ejemplo, la curva de la parte inferior de la espalda absorbe el impacto al caminar. Esta es una característica única de los humanos. Del mismo modo, los largos huesos de los muslos nos permiten dar largas zancadas, clave para caminar más rápido y más lejos que nuestros predecesores.