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En esencia, el índice de memoria de trabajo mide la capacidad de un niño para mantener la información verbal y visual en la mente y mantener el control mental. El índice de memoria de trabajo mide la capacidad de mantener y manipular información visual y verbal en la mente. Las pruebas de memoria de trabajo requieren atención a los detalles auditivos y visuales y una concentración sostenida. El índice de memoria de trabajo refleja la capacidad de mantener la información activa en la mente y resecuenciar mentalmente la información.

Los niños con fuertes habilidades de memoria de trabajo son capaces de identificar la información visual y auditiva y mantenerla en el almacenamiento mental durante un breve período de tiempo y pueden controlar, manipular o adaptar la información verbal y visual.

Los niños que luchan con la memoria de trabajo muestran dificultades para seguir instrucciones, tienen problemas con las tareas que implican el procesamiento simultáneo y pierden la noción de su lugar en las tareas complejas. Como resultado, tienden a dejar una tarea sin completarla. Los déficits de la memoria de trabajo hacen que los niños olviden lo que querían decir en casa o en el colegio, que olviden las instrucciones que intentan seguir o que sean incapaces de reconocer los detalles de una tarea complicada. También pueden reflejar un funcionamiento cognitivo modesto o bajo en general. Los déficits de la memoria de trabajo también se asocian a un pobre progreso académico y a la adquisición de conocimientos y habilidades complejas. Los problemas académicos específicos relacionados con una memoria de trabajo deficiente incluyen la dificultad para escribir frases o párrafos, realizar cálculos matemáticos que implican más de un paso y recordar información que se acaba de ver u oír.