Continuando en mi exploración de qué género(s) etiquetar mi próximo lanzamiento, he decidido abordar la fantasía oscura.

Me gusta cómo suena la fantasía oscura. Evoca la imagen de oscuros bosques con ominosos castillos silueteados a la sombría luz de la luna mientras se desarrolla una trágica línea argumental. Eso es lo que me imagino, pero después de haber leído unos cuantos libros descritos como «fantasía oscura» y describir Amigos de mi enemigo como lo mismo, no puedo decir que ninguno de ellos se ajuste a esa idea.

Entonces, ¿qué es la fantasía oscura?

Resulta que este es uno de esos géneros que están un poco difusos. Teniendo en cuenta que estoy hablando de fantasía oscura, probablemente debería decir difusa con gruñidos y dientes maliciosos.

Aquellos a los que les gusta escribir definiciones de género describen la fantasía oscura como un subgénero y uno que está basado en el terror pero que comprende una historia no escrita con el propósito general de asustar. Por lo demás, la característica que la define es una atmósfera sombría. Vaya… ¡eso no es nada amplio! Sin embargo, parece que los que gustan de etiquetar sus escritos como fantasía oscura en realidad no siguen este consejo, gracias a Dios.

Joanna Penn escribió un pequeño y gran artículo allá por 2009 donde describe su punto de vista sobre la fantasía oscura y por qué etiqueta sus escritos en ese género. Me encanta su post y su actitud práctica de por qué la fantasía oscura no es terror. Ella resume su punto de vista como «una obra es fantasía oscura si trata cualquier elemento de la fantasía y/o lo paranormal de una manera que estudia el lado oscuro y aterrador de nuestra naturaleza, la psicología y lo extraño, sublime y siniestro»

Esta es una definición que entiendo y es la razón por la que he llamado a los Amigos de mi Enemigo fantasía oscura.

Hay que diferenciar entre una historia que es «alta fantasía» o «fantasía épica» en el sentido clásico en el que pocos de los héroes mueren, el bien gana, y las decisiones no caen en pozos turbios de consecuencias imprevistas y arrepentimiento. Esa línea, para mí, es fantasía oscura.

El bien no siempre gana. Diablos, los héroes no siempre son buenos. En la fantasía ‘adulta’ la agitación de las decisiones y los compromisos de la vida se mezclan con el amor y el sexo, la traición y la amistad, las victorias duramente ganadas que tienen un sabor un poco agrio y las derrotas que compran indultos. Claro que se podría etiquetar el «felices para siempre» como juvenil, pero ¿qué pasa si el lenguaje no está orientado a los jóvenes (¡y no me refiero sólo a las palabras malsonantes!) o las escenas son más maduras que no? La fantasía, incluso la fantasía épica, puede abarcar estos temas. Una etiqueta de adulto joven podría no encajar.

T.S. Bazelli tiene una definición muy simple y fácil que cubre la fantasía oscura:

1. Fantasía que toma prestados elementos del horror y a menudo presenta criaturas sobrenaturales oscuras/malvadas. Sin embargo, a diferencia del terror, el objetivo de la historia no es asustar al lector.
2. Fantasía que es sombría, pesimista, brutal, descarnada y gráfica. El lado oscuro de la naturaleza humana no está fuera de los límites, y los protagonistas no son necesariamente simpáticos.

¡Eso funciona para mí y, felizmente, todavía cubre Amigos de mi Enemigo! Es una línea de historia pesimista que involucra la guerra, la muerte, la traición, así como el amor, la confianza y la esperanza. Ningún personaje está exento de pérdidas o de dudas. Es una historia que, como adolescente, no habría entendido (por no decir que algunos no lo harían), pero que como adulto puedo apreciar. La vida no es justa ni tiene garantizado un final feliz. A veces lo mejor que puedes esperar es salvar algo que amas.

¿Cuál es tu definición de fantasía oscura?