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En el año 2010, había aproximadamente 300.000 iglesias protestantes en América. En una ciudad de tamaño medio, esto puede significar más de 25 iglesias entre las que elegir. Con semejante selección, ¿cómo determinamos el mejor lugar al que acudir? ¿Qué debemos buscar en una iglesia? Una buena iglesia será identificable por su adhesión a tres P: teología adecuada, perspectiva adecuada y asuntos prácticos.
De esas 300.000 iglesias protestantes en Estados Unidos (así como innumerables iglesias en todo el mundo), no todas enseñan teología adecuada. Una buena iglesia enseñará que Cristo es la cabeza de la iglesia (Efesios 1:22). No se basará en la enseñanza o la personalidad del pastor o de un líder denominacional (1 Corintios 1:12-13). Enseñará que la Biblia es la Palabra inspirada de Dios (2 Timoteo 3:15-17). Ningún otro libro, enseñanza o tradición puede sustituir a las Escrituras (Gálatas 1:6-9). Y una buena iglesia tendrá la visión adecuada de la salvación. La salvación es sólo por medio de Cristo (Gálatas 1:6-9). La salvación no puede ser ganada a través de las obras, recompensada por la tragedia, o recibida a través de cualquier otro método o enseñanza que no sea Cristo y Él crucificado (1 Corintios 2:2; Efesios 2:8-9).
Una buena iglesia también tendrá la perspectiva adecuada sobre la vida cristiana. La vida cristiana no se caracteriza por la culpa o las cargas irreales (Mateo 11:30). Por el contrario, Jesús enseña que los cristianos no deben esperar una sobreabundancia de bendiciones mundanas; las persecuciones y las pruebas están garantizadas; la salud y la riqueza no lo están (2 Timoteo 3:12; Mateo 6:19-21). La comunidad cristiana debe reflejar esto. Una iglesia no debe ser controladora; los miembros no deben exigir a los demás creyentes, sino que deben aceptarlos como hermanos y hermanas y estar dispuestos a vivir en una relación que fomente las bendiciones así como la confrontación amorosa (Gálatas 3:28; 1 Tesalonicenses 5:11). Una buena iglesia también animará, formará y equipará a sus miembros en sus responsabilidades espirituales (Efesios 4:14; Hebreos 10:24). La iglesia es el lugar donde el poder del Espíritu Santo se manifiesta en el servicio de sus miembros, lo que conduce al crecimiento mutuo y a la pasión por alcanzar al mundo perdido para Cristo (Mateo 28:19-20).
Por último, una buena iglesia satisfará las necesidades prácticas de sus miembros. Tendrá un lugar donde cada miembro pueda servir a los demás (Santiago 1:22-27; 1 Pedro 4:10). Tendrá un estilo de adoración que se adapte a la congregación, ni se aferrará innecesariamente a la vieja tradición ni adoptará cada nueva moda sin discernimiento. Por el contrario, el estilo de adoración reflejará con exactitud las personalidades dadas por Dios que hacen de la iglesia su hogar (1 Corintios 12:14-27). Y una buena iglesia estará dispuesta a satisfacer las necesidades de sus miembros (Santiago 1:27). Esto podría incluir el cuidado adecuado de los niños en las reuniones, las comidas para los enfermos o el transporte (Hechos 2:44-45). Siempre incluirá una atmósfera de amor y cuidado, perdón y reconciliación (1 Juan 3:11; Mateo 18:21-22; 2 Corintios 5:18-19).
La iglesia es la familia espiritual del creyente. Debemos buscar una iglesia que presente una teología adecuada y tenga expectativas realistas de sus miembros. Pero también es importante que la iglesia sea un lugar donde cada miembro sea atendido y apreciado. Esto puede significar algo diferente para cada individuo, familia y cultura, pero, en última instancia, la iglesia es establecida por Dios y debe reflejarlo.