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¿Puede una chimenea provocar alergias?

Nada se compara con el suave calor de una chimenea de leña. Sentarse frente a ella te reconforta y te da una sensación de bienestar. Pero, ¿qué ocurre con el enrojecimiento y el picor de ojos, el goteo nasal y los estornudos? ¿Podría ser que su chimenea sea la causa de sus alergias? En este artículo, encontrará explicaciones sobre estas alergias, así como varias formas de ponerle remedio.

Alergias

El diccionario Merriam-Webster define una alergia como una reacción inmunológica exagerada o patológica (como por ejemplo, estornudos, dificultad para respirar, picores o erupciones cutáneas) a sustancias, situaciones o estados físicos que no tienen un efecto comparable en el individuo medio.

Una persona no puede ser alérgica a la chimenea en sí misma, sino que reacciona a la madera utilizada como combustible, y al polvo y al humo provocados por ella.

Partículas

Las chimeneas de leña, incluso si están bien ventiladas, pueden causar algunas molestias en personas que ya padecen una enfermedad pulmonar. El humo provocado por la quema de leña contiene finas partículas que se abren paso hasta los pulmones y pueden provocar, con el tiempo, un riesgo para la salud. La exposición prolongada al humo de la leña puede agravar afecciones preexistentes como el asma, las alergias al polen y la rinitis alérgica.

El humo de la leña también contiene sustancias tóxicas como el metano, el benceno y el formaldehído. Estas sustancias pueden afectar a los pulmones cuando están en contacto durante un periodo prolongado. Las personas que corren mayor riesgo son los niños, los ancianos y las personas que ya padecen una enfermedad pulmonar o cardíaca.

El moho

El moho es un alérgeno común. Si está quemando madera húmeda, podrida o con moho, ésa es la causa más probable de sus alergias.

Qué no debe quemar

Además de evitar la madera podrida y con moho, hay ciertos artículos que no debe quemar porque liberan sustancias tóxicas en el aire que podrían ser perjudiciales para su salud, y para su aparato de calefacción.

Los productos que debe evitar son el plástico, el caucho, la madera a la deriva, la madera contrachapada, los tableros de partículas y cualquier madera que contenga pegamento. Además, manténgase alejado de la madera tintada o pintada. No queme nunca la basura doméstica, incluyendo el cartón y la espuma, así como las revistas y los papeles impresos en color.

Soluciones

Si reacciona al humo de la madera, no significa que tenga que cerrar su chimenea de leña. Hay muchas soluciones que pueden ayudarle, y los siguientes puntos abordan algunas de ellas. Debe analizar su situación y encontrar la solución que mejor se adapte a sus necesidades y a las de su familia.

Madera

Asegúrese de quemar sólo madera seca. Su madera debe haber sido cortada y dejada secar durante al menos seis meses. Tomar esta precaución elimina cualquier riesgo de moho. Intente quemar principalmente madera dura, como arce, roble y haya. La madera dura es más densa, lo que significa que produce llamas más calientes, arde durante más tiempo y produce menos humo que una madera blanda como el pino, el abeto y el cedro.

Puertas

Si tienes una chimenea de hogar abierto, haz que se instalen puertas ajustadas en lugar de utilizar una simple pantalla. Limita la cantidad de humo que entra en la casa. Si tiene una estufa de madera, asegúrese de que la puerta cierra y sella correctamente.

Estufa certificada por la EPA

Asegúrese de que su estufa de leña está certificada por la EPA o la CSA. Estos modernos aparatos de calefacción liberan un 80% menos de humo y emiten hasta un 90% menos de contaminación que una estufa no certificada. Además, una estufa cerrada deja pasar menos humo al interior de la casa y es más segura que una chimenea de hogar abierto.

Chimenea

Haga que su chimenea sea deshollinada anualmente para eliminar las acumulaciones de creosota y cualquier resto o cuerpo de animal que pueda haber entrado. Haga que el deshollinador inspeccione su chimenea para asegurarse de que todo funciona correctamente. Esto no sólo es una precaución para su salud, sino que también es la ley.

Ventilación

Verifique que la gripe está en buen estado, funciona correctamente y que hay una ventilación adecuada.

Asegúrese de que la habitación en la que se encuentra su chimenea está correctamente ventilada.

Inserto

Instalar un inserto en su chimenea de hogar abierto supondrá una gran diferencia al limitar la cantidad de humo que entra en la casa. Hable con un socio de We Love Fire para encontrar el mejor inserto para sus necesidades.

Chimenea de gas, pellets o eléctrica

Si sigue reaccionando al humo o al polvo que sale de su chimenea, podría considerar cambiar su chimenea de leña por una de gas, pellets o eléctrica.

Las chimeneas de gas son cerradas y no emiten ningún humo, lo que las convierte en una opción muy segura para alguien con una condición pulmonar preexistente o con alergias. Incluso se pueden poner troncos falsos para simular una chimenea de leña. Aunque no emitan humo, las chimeneas de gas pueden afectar a la calidad del aire. Hable con un profesional antes de instalar una, y asegúrese de tener un detector de monóxido de carbono que funcione.

Las estufas de pellets son otra gran opción. Aunque los pellets estén hechos de madera, no hay riesgos de humedad o moho en su interior, lo que las convierte en un combustible especialmente seguro.

Las chimeneas eléctricas son un valor seguro ya que no hay peligro alguno. No hay humo ni emisión de gases. Su único inconveniente es que no funcionan cuando hay un apagón.

Adiós a las alergias

Si tiene una reacción alérgica al quemar leña en su chimenea, empiece por comprobar el estado de su leña. ¿Están la chimenea y el hogar limpios y en buen estado de funcionamiento? ¿Son adecuados?

Sus alergias son una reacción al humo, que estimula sus alergias preexistentes a factores externos como el polen. Si es necesario, limite el uso de su chimenea en las estaciones en las que las alergias están en su punto álgido, como la primavera y el otoño. Si nada funciona, piense en instalar un inserto o en cambiar su chimenea de leña por una de gas, pellets o eléctrica.

No es necesario privarse de una chimenea. Con paciencia y determinación, encontrará la solución que mejor se adapte a sus necesidades y a las de su familia.