Mi gato ha arañado dos sofás hasta ahora. ¿Es realmente tan malo quitarle las garras?

En una palabra: ¡sí! La BC SPCA consiguió que el Colegio de Veterinarios de la Columbia Británica (CVBC) prohibiera la eliminación de las garras debido al sufrimiento causado por esta dolorosa e innecesaria intervención quirúrgica.

Desde estirarse hasta trepar y jugar, los gatos necesitan sus garras para tener un comportamiento y un movimiento normales. Sin embargo, cuando se les quitan las garras, no sólo se les quitan las uñas, sino también algunos de los huesos de los dedos de los pies, lo que es comparable a la amputación de todos los dedos de un ser humano por el último nudillo. Los estudios demuestran que los gatos a los que se les han quitado las uñas corren un mayor riesgo de morder y agredir, son más propensos a tener problemas para usar la caja de arena y tienen una probabilidad significativamente mayor de sufrir dolor de espalda.

En un descubrimiento reciente -y bastante inquietante-, los investigadores descubrieron que el 63% de los gatos a los que se les habían quitado las uñas experimentaban un crecimiento óseo anormal a largo plazo en el lugar en el que se les habían cortado los dedos de los pies, una afección que puede causar un dolor intenso.

Por suerte, existen alternativas humanas a la eliminación de las uñas. Proporcionar a su gato varios postes de arañamiento, por ejemplo, le ayudará a satisfacer su necesidad instintiva de arañar a la vez que reducirá en gran medida el daño que causa a sus muebles.

• Coloque un poste de arañamiento en un lugar prominente de su casa – cerca de la puerta principal o cerca del lugar donde su familia pasa más tiempo junta. A los gatos les gusta arañar en zonas muy visibles. Una vez que su gato utilice el poste de rascado con regularidad, puede trasladarlo poco a poco a un lugar más discreto.
• Provea diferentes texturas para que su gato rasque. Los gatos prefieren materiales en los que puedan clavar sus garras. Puede que le gusten los postes de rascado hechos de alfombra, cuerda de sisal, cartón ondulado o madera, o alguna combinación de éstos.
• Consiga un poste de rascado al menos tan alto o largo como su gato completamente estirado. A los gatos les gusta arañar en diferentes direcciones: horizontal y verticalmente.
• Asegúrese de que el poste de arañamiento es resistente. Los gatos son menos propensos a arañar los que se tambalean demasiado o se deslizan por el suelo.
• Recompense a su gato con golosinas, caricias o elogios por utilizar el poste de rascado.

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