¿Recuerdas tu primer beso? ¿Fue en un baile escolar en un húmedo auditorio? O quizás en la destartalada casa del árbol de tu vecino? Sea donde sea o con quien sea, tu primer beso es probablemente uno de tus primeros recuerdos vívidos.

Besar, presionar los labios sobre una persona o cosa, es un gesto corporal común utilizado como marcador de saludo, deseo o amor.

Las características de los besos pueden tener diferentes significados según las situaciones y las culturas, desde los saludos casuales hasta la elección de una pareja.

Según un estudio realizado en EE.UU. y el Reino Unido por la Universidad de Oxford, los besos son un comportamiento importante en las relaciones sexuales por algunas razones: evaluación de la pareja, un medio para iniciar la excitación para el sexo y un comportamiento para mantener la cercanía en una relación (1).

El informe de Oxford afirma que la atracción instintiva inicial entre las personas se basa en señales faciales y corporales, pero para determinar si una persona es digna de un compromiso a largo plazo, los besos pueden ser cruciales. Es un medio de cortejo, y a través de esta fase sirve como indicador de la compatibilidad de la pareja (1).

¿Alguna vez has encontrado a alguien atractivo, pero después de besarlo ya no estabas interesado? Eso puede ser en realidad que tus genes te digan: «¡No! No es para ti»

Cuando se produce un beso, hay un complejo intercambio de «información visual, táctil, postural y química basada en señales olfativas y gustativas» (2). Los componentes que se desencadenan en el momento de un beso evalúan factores sutiles de la salud general de una persona, lo que determina «la compatibilidad genética y la viabilidad reproductiva»; el mal aliento o las lesiones orales podrían ser síntoma de una escasa resistencia a los patógenos (2).

Básicamente, si exploras la boca de un prospecto sexual con tu propia boca y te sientes distante después, es posible que hayas detectado inconscientemente señales de una salud general deficiente; y si eres fértil, no quieres sus genes en tu descendencia (2).

Así que, en palabras de Sylvia Plath, «Bésame y verás lo importante que soy»

El ciclo menstrual contribuye a la importancia de los besos. Un estudio observó que las personas en su fase folicular tardía pueden considerar que los besos son especialmente importantes (1). La ovulación -cuando las posibilidades de concepción son mayores- se produce a mitad del ciclo, entre las fases folicular y lútea. Por lo tanto, se cree que los besos tienen una importancia adicional durante el final de la primera parte del ciclo porque incluye la ventana fértil, es decir, el momento en el que es posible quedarse embarazada, por lo que la evaluación de la pareja es mayor. Durante la fase folicular tardía, la principal preferencia en cuanto a las cualidades de la pareja es el estado físico, que puede ser representativo de la calidad de la salud (1).

Besar también se ha relacionado con una mayor satisfacción sexual. El hecho de entrelazar los labios -especialmente con el intercambio de saliva- sirve para facilitar la excitación, lo que mejora la experiencia sexual para la mayoría de las personas (3).

Un estudio descubrió que las personas que practican más juegos preliminares (que incluyen besos profundos) y un comportamiento afectuoso después del sexo (besos suaves) informaron de una mayor satisfacción sexual (4). Además, los besos se correlacionan con una mayor probabilidad de orgasmos femeninos (4). El estudio demostró que los besos profundos durante un encuentro sexual se asociaron con una mayor probabilidad de orgasmo en las mujeres.

En el caso de las parejas establecidas, se descubrió que los besos se correlacionan con la longevidad de la relación, ya que también se utilizan como medio para iniciar el afecto y el apego. Además, se descubrió que los besos se utilizan como medio para iniciar la reconciliación (2). Más besos = un mejor vínculo.

Besar es un comportamiento instintivo por razones importantes: analiza la idoneidad de la pareja, instiga el erotismo y solidifica las relaciones íntimas.

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