¿Por qué necesitamos modales?
Por Katherine S. Baker, LCSW, 29 de enero de 2019 –
Me parece que los buenos modales parecen faltar en estos días. A muchos de nosotros nos enseñaron desde la infancia a ser educados. Aprendemos a decir por favor y gracias, a ser respetuosos con nuestros mayores, a ser amables con otros niños y con los animales.
Sin embargo, a medida que nuestra sociedad se ha vuelto más móvil, de ritmo rápido y de «¡lo quiero ahora!», el uso de los modales parece haber disminuido. Con el aumento de las tasas de divorcio, la prevalencia del abuso de las drogas y el alcohol, y el aumento de la violencia en el mundo, muchas familias están luchando por sobrevivir y prosperar. Los modales son dejados de lado.
Toma nota, los adultos que tienen rabietas en el autoservicio de comida rápida, los jóvenes y los mayores que no dicen por favor y gracias, sino que exigen y esperan que los demás los traten como un rey o una reina.
Ser grosero e insensible parece ser bastante común en estos días. Sin buenos modales la gente se ofende y se siente herida. La comunicación se rompe.
Como seres humanos, cometemos errores, nos apresuramos y a veces olvidamos cómo ser amables en la carrera diaria. Puede ser fácil cometer un desliz y cortar accidentalmente el paso a otro conductor o apresurarse a pasar por la puerta sin darse cuenta de que otra persona está esperando para pasar.
Ser capaz de decir que lo sientes y decirlo en serio puede curar muchos agravios. La importancia de los buenos modales me parece obvia, pero no para otros que quieren intimidar, exigir y querer tener derecho a cosas no ganadas.
Es importante reconocer y apreciar los buenos modales de los demás. Dé una respuesta positiva cuando vea que alguien hace lo correcto.
Sea un modelo de buen comportamiento. Recuerde que tanto los jóvenes como los mayores observan cómo responde y maneja las situaciones. Los modales crean expectativas sobre cómo actuará la gente.
¿Darías un pulgar arriba o un pulgar abajo a estas afirmaciones?
- Intento ser educado y considerado todo el tiempo.
- Digo por favor y gracias.
- Utilizo la Regla de Oro (trata a los demás como te gustaría que te trataran).
- Cumplo con mi palabra.
- Apago el teléfono móvil en las reuniones, los bancos, la consulta del médico, etc.
Los consejos para los adultos interesados en mejorar el comportamiento social de los niños son los siguientes:
- Hacer hincapié a los niños en la importancia de tratar a los demás de la misma manera que les gusta ser tratados.
- Ayudar a los niños a comprender el daño que causan las palabras y acciones desconsideradas y poco amables.
- Representar a los niños situaciones difíciles para demostrarles las respuestas adecuadas.
- Establecer una política de cortesía para los modales básicos.
- Enseñar a los niños la importancia de pensar en los demás, como escribir notas de agradecimiento.
Los modales han cambiado mucho a lo largo de los años y siguen cambiando. Son más relajados que hace 100 años. Nuestra sociedad necesita modales para funcionar de forma sana y productiva.
La falta de modales y de respeto por uno mismo no parece funcionar. Utilicen sus buenos modales, enseñen a sus hijos y luchemos por una comunidad, una ciudad, un estado y un mundo más sanos.