Cuando los zapatos blancos se lavan y se secan al sol, pueden volverse fácilmente amarillos. Deben oxidarse cuando están expuestos al aire durante mucho tiempo. Otra razón puede ser el detergente que aún contienen los zapatos (porque no se han aclarado bien) que produce una reacción química bajo el sol al airearse. Bien, podemos hacer estas conjeturas todo el día, pero solucionar el problema es mucho más fácil. Afortunadamente, podemos mantener ese aspecto blanquecino de nuestros zapatos con algunos trucos caseros.

Primer paso:

Mojemos los zapatos en agua y luego limpiamos las suelas con el cepillo. Las suelas son la parte más sucia y el agua se ensuciará si metes los zapatos en el agua sin limpiarlos primero.

Segundo paso:

Unta un poco de pasta de dientes blanqueadora en el cepillo y luego cepilla los zapatos. Verás que los zapatos se vuelven blancos con el cepillado.

Tercer paso:

Limpia los zapatos después de cepillarlos. Es mejor sumergir los zapatos en agua durante unos minutos y remojar la pasta de dientes.

Tenga en cuenta: los zapatos blancos se vuelven amarillos porque no se aclara el detergente completamente al lavar los zapatos. Los zapatos todavía contienen ese detergente y se vuelven amarillos después del secado. Por lo tanto, deje los zapatos en remojo durante unos minutos al principio.

Paso siguiente:

Escurra los zapatos después de dejarlos en remojo durante varios minutos, y luego cúbralos con un pañuelo de papel blanco sin dejar ningún hueco. Después de que los zapatos se sequen, verás que el papel blanco se vuelve amarillo. Los zapatos se vuelven blancos después de quitar el pañuelo.

Cubrir los zapatos con pañuelos de papel después de lavarlos es eficaz para evitar que los zapatos blancos se vuelvan amarillos.