¿Por qué los hermanos se pelean tanto?
Los padres de todo el mundo se preocupan por la rivalidad entre hermanos y han tenido que soportar innumerables rabietas gracias a ella. Sin embargo, algunos niños llegan a ser los mejores amigos de su hermano o hermana, pero son muy pocos. En la mayoría de los casos, la rivalidad entre hermanos comienza incluso antes de que nazca el segundo hijo. Luego sigue aumentando a medida que los niños crecen y, finalmente, pueden llegar a competir por todo. La mayoría de las veces se pelean por la atención.
Puede ser realmente frustrante para los padres ver cómo sus hijos siguen peleando por todo, desde su sitio en la mesa hasta quién va primero al baño. Pero, por suerte, la rivalidad entre hermanos no es algo que dure siempre hasta la edad adulta. También es algo que puede evitarse y, como mínimo, controlarse. Pero primero hay que saber por qué se produce la rivalidad entre hermanos.
¿Por qué los hermanos se pelean tanto?
Muchas cosas diferentes pueden desencadenar la rivalidad entre hermanos. Muchas veces los niños experimentan celos o competencia y esto puede escalar rápidamente a que se pongan duros el uno con el otro. Aparte de esto, también puede haber otras razones por las que los hermanos se pelean.
- Sus necesidades evolucionan. Es completamente natural que las necesidades y ansiedades de los niños afecten también a la forma en que interactúan entre sí. Por ejemplo, un niño pequeño puede ser muy protector con sus juguetes y reaccionar de forma agresiva si el otro hermano lo coge.
- Tienen temperamentos individuales. Sus hijos son muy diferentes entre sí. Pueden tener rasgos faciales idénticos, pero pueden procesar los sentimientos y los comportamientos de forma muy diferente. Por lo tanto, también es normal que estén enfrentados por cualquier cosa.
- Tu atención no debe dividirlos. Cuando prestes atención a tus hijos, intenta que sea siempre por igual. No es intencional que le dediques tiempo extra a un hijo enfermo, pero el hermano probablemente no lo vea así. Para ellos, eso es competencia y un motivo de conflicto entre hermanos.
- Niños con necesidades especiales y enfermos. Si tienes un hijo con capacidades diferentes, es posible que no tengas más remedio que pasar más tiempo con él, ya que lo necesita de verdad. Sin embargo, por muy agotador que sea para ti, tus otros hijos pueden sentirse desatendidos o incluso celosos de que esto ocurra.
- Modelos de conducta. La forma en que usted y su pareja han construido la cultura de la resolución de problemas en su hogar podría contribuir a que los hermanos se peleen. Por ejemplo, si siempre os ven a los dos discutiendo entre vosotros, pueden creer de verdad que ésa es la forma de resolver los problemas.
¿Qué puedes hacer cuando empiezan las peleas?
Saber qué hacer y qué evitar puede marcar la diferencia entre una pelea de hermanos que se resuelva rápidamente y una larga, prolongada y dramática.
- No te involucres en la medida de lo posible. Intervenga siempre que exista la posibilidad de que uno de sus hijos resulte herido físicamente. Si siempre interviene, los niños dependerán de su intervención en lugar de aprender a resolver las cosas por sí mismos.
- Si le preocupa el lenguaje que utilizan sus hijos entre sí durante una pelea entre hermanos, enséñeles de forma imparcial cómo pueden expresarse sin necesidad de utilizar un lenguaje hiriente. Aun así, asegúrate de decirles lo que debes y luego permíteles rectificar el asunto en su interior.
¿Y si tienes que intervenir para evitar que los hermanos se peleen?
- Sepáralos hasta que se hayan calmado. A veces, es inteligente dejar que se compongan durante un tiempo antes de hacer un refrito del conflicto. No tiene sentido hablar con los niños mientras sus emociones están a flor de piel.
- Recuerda que se necesitan dos para pelear. No importa quién hizo qué. Por lo tanto, no dediques tu tiempo a preguntar quién empezó la pelea. Ayuda a los niños a ver que no le das importancia a uno de ellos.
- Intenta crear un ambiente en el que los niños aprendan a negociar y a comprometerse. Si los dos quieren jugar con el mismo juguete a la vez, siempre puedes conseguirles juguetes lo suficientemente grandes y compartibles para que los dos puedan jugar a la vez. Pero si notas que, incluso así, uno de los niños parece no dejar que el otro use ese juguete, quítaselo a los dos para que nadie pueda tenerlo.
Recuerda que a medida que los niños aprenden y crecen también empiezan a aprender cosas como la forma respetuosa de comportarse con otra persona, lo que deben y no deben decir, aceptar la diferencia de opiniones y entender que su perspectiva puede no ser la única que hay, y esto es una parte muy importante del crecimiento, así como del desarrollo cognitivo.
Aunque la rivalidad entre hermanos puede estar literalmente chupándole la fuerza vital, entienda que hay muchas maneras de lidiar con ella y que usted también puede educarse al respecto. La educación en el cuidado de los niños puede ayudarle a afrontar la fase de rivalidad entre hermanos con más confianza. Si te dedicas a la profesión de niñera, esto puede ayudarte a cuidar mejor a los niños que te han confiado.
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