Hace poco tiempo mencioné que Google Translate había mejorado mucho de la noche a la mañana al cambiar a un nuevo algoritmo de aprendizaje automático. Su reconocimiento de voz también mejoró. Y también su capacidad para responder preguntas.

Estuve charlando sobre esto en Navidad con mi familia, y todos decidimos que debíamos probarlo. Pero no con nada aburrido. Sabemos que Siri y Google y otros asistentes digitales pueden encontrar cafeterías cercanas o decirnos el tiempo que hace en Berlín. ¿Qué tal algo más difícil? La conversación derivó entonces hacia algo relacionado con los lápices, y mi madre dijo que solo se fiaba de las gomas de borrar que eran de color rosa. Pero ¿por qué son rosas, nos preguntamos? ¿Por qué?

Así que ahí lo tienes? Google no sólo me entendió, incluso con un resfriado, sino que también entendió la pregunta y proporcionó una respuesta breve y precisa, que leyó muy bien. Impresionante!