«¡Tenemos la segunda estrella! Desde el 15 de julio y con el triunfo de los azules en Rusia, que consiguieron su segundo título de campeón del mundo de fútbol tras el rito histórico de 1998, una victoria que les permite, según las normas de la FIFA, bordar una nueva estrella en la parte superior del gallo de la camiseta. Entonces, si Brasil luce sus 6 trofeos, Italia y Alemania 4, Inglaterra y España 1, ¿por qué Uruguay viene con su camiseta azul 4 estrellas mientras que la Celeste ganó sólo 2 veces la Copa del Mundo, a saber, la primera edición en casa en 1930 y en 1950 en Brasil, con el famoso Maracanazo?

La explicación es simple, los uruguayos consideran que los títulos obtenidos al final de los torneos olímpicos en los Juegos de 1924 y 1928 valen un título de campeón del mundo mientras que la Copa del Mundo no había nacido en ese momento. En París, en 1924, el torneo olímpico contó con 22 selecciones, más que las 13 naciones del primer Mundial de 1930. Uruguay se hizo con la medalla de oro tras dominar el evento y vencer a Suiza en la final de Colombes por 3 goles a 0. 4 años más tarde, en Ámsterdam, la Celeste consiguió un nuevo título al derrotar a su mejor enemigo y vecino sudamericano, Argentina, tras una final reeditada después de un empate al final del primer encuentro. Un torneo de fútbol que se disputó entonces a 17 equipos de 3 continentes.

Debido a la importancia de estas competiciones en la época, en comparación con el nivel de la incipiente Copa del Mundo, Uruguay se da el derecho de exhibir 2 estrellas adicionales, sin embargo de color más oscuro que las 2 «oficiales» con reflejos dorados.

Los balones de la Copa del Mundo de 1930 de John Woodbridge. Tiento 1930 de 10 paneles y forma de T 1930 de 10 paneles.