De todos los elementos comunes de la cocina y, desde luego, de los ingredientes que se utilizan para cocinar, una especia es la más conocida por provocar ataques de estornudos. No es la sal, ni el pimentón, ni la nuez moscada, sino la pimienta de toda la vida. ¿Por qué la pimienta?

Hay dos razones principales por las que la pimienta induce especialmente a los estornudos. Una de las razones es que se utiliza a menudo cuando está finamente molida, y al igual que cualquier polvo o partícula diminuta en el aire, puede estimular las células nerviosas del interior de la nariz y desencadenar el reflejo del estornudo para eliminar con fuerza la partícula ofensiva.

La segunda razón, menos obvia, es la composición química de la pimienta. La pimienta, independientemente de la variedad, contiene una sustancia química llamada piperina, que da a la planta su distintivo sabor picante.

«La piperina actúa como un irritante si entra en la nariz. Irrita las terminaciones nerviosas del interior de la membrana mucosa. Esta estimulación le hará estornudar», según la Biblioteca del Congreso. Las mismas características que hacen que la pimienta sea picante para la lengua también hacen que la pimienta sea irritante para la nariz, y el resultado son los estornudos.

Interesantemente, la irritación nasal no es lo único que provoca estornudos. En las personas que experimentan un fenómeno llamado reflejo del fotoestornudo, la luz brillante o la luz del sol en los ojos puede desencadenar un ataque de estornudos.

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